No vale borrarse

Lo suyo sería empezar este artículo citando a Gramsci, pero lo dejo para Pablo Iglesias, que es capaz de explicar qué es la Hegemonía y compararla con la política española en solo dos minutos. No es un decir, es un vídeo que puede consultarse en Youtube. Pero la pedantería debe tener límites, también en los artículos de opinión. Así que permitan la osadía de empezar con un aforismo doméstico y supongo que también más familiar: “Si hay que ir se va... pero ir pa ná es tontería”. Sí, la autoría es de Cruz y Raya, y viene a cuento por la actitud que Convergència y Esquerra están manteniendo en el Congreso de los Diputados. La pregunta que cabe formularles a ambos es si desentenderse de las negociaciones para lograr que haya un nuevo presidente en España es la mejor manera de contribuir a desencallar el conflicto institucional abierto con Catalunya. ¿Si hay un partido dispuesto a favorecer la celebración de la consulta no deberían como mínimo plantearse la posibilidad de remar en esa dirección? Porque la alternativa, esto es, actuar como un 'outsider', llevada al extremo puede contribuir (ni que sea por dejación) a que al final se tengan que convocar unas nuevas elecciones. ¿Volver a las urnas serviría para encontrar una solución o dejaría el tablero español en una situación similar a la actual? La respuesta parece evidente.

Si en Catalunya todos los sondeos coinciden en que la celebración de un referéndum suscita un apoyo mayoritario, parece que lo lógico sería que también las fuerzas secesionistas intentasen sondear esa vía. Y la manera de explorarla es ayudando a que Podemos, el único partido que a nivel estatal defiende la consulta, tenga la máxima capacidad de influencia. Otra cosa es que, llegado el caso, si Iglesias se echa atrás, habrá que reprocharle su falta de palabra y constatar su engaño al electorado, sobre todo al catalán, que el 20-D convirtió a los ‘podemitas’ en primera fuerza en esta comunidad.  

La portavoz del Govern, Neus Munté, aseguraba este martes que desean que el próximo presidente del Ejecutivo central esté “lo más alejado posible de lo que ha representado Rajoy”. Pues está también en manos de sus diputados en Madrid intentar que sea así. Y si no, si su opción es borrarse de la partida, hubiese sido más coherente emular a la CUP y no presentarse a las generales.

Dice Pedro Sánchez que, una vez ya ha recibido el encargo del Rey, necesitará un mes para intentar obtener los apoyos necesarios para intentar formar gobierno. Iglesias insiste en que también habrá que hablar con Convergència y ERC. En sus manos está, como mínimo, escuchar. A no ser que prefieran ir contra las rocas pese a que en Catalunya no exista una mayoría suficiente que avale seguir apretando el acelerador.