CDC tapa su batacazo ofreciéndose para pactos en Madrid

El candidato de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, y el 'president' en funciones y líder de CDC, Artur Mas, durante su intervención tras conocer los resultados del 20-D.

El candidato de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, y el 'president' en funciones y líder de CDC, Artur Mas, durante su intervención tras conocer los resultados del 20-D. / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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La noche del 20 de diciembre puede pasar a la historia de Convergència (bajo el nombre de Democràcia i Llibertat en estos comicios) por dos motivos: tras el segundo peor resultado de su historia en unas generales, la nave convergente trata de tapar las fugas de agua ofreciéndose sin rubor al PSOE y Podemos para pactos en Madrid en base al derecho a decidir. Atrás empiezan a quedar proclamas como que en el Congreso solo se negociarían los términos de la independencia, sí o sí.

Oficialmente se dijo que se trataba de un resultado "razonablemente positivo", por parte del candidato Francesc Homs. Internamente se admite el trompazo, pese a que podría haber sido peor dada la situación por la que pasa el partido. Ante esta situación, que mereció breves comentarios (Artur Mas recordó que quien gobierna en situación de crisis lo paga en las urnas y que CDC ha sido "despiadadamente atacada"), el protagonismo quiso desplazarse enseguida hacia una Convergència que quiere volver a ser decisiva en Madrid, con una eventual alianza que desbanque al PP del poder. "Creo que se abren puertas interesantes. Catalunya, y el soberanismo, puede tener un papel en la política del conjunto del Estado si jugamos bien las cartas", dijo Mas. Y eso significa jugar con "talento e inteligencia". El líder convergente dejó atrás eso de que solo se negociará la secesión y recuperó la CDC de siempre, la negociadora en base a un programa, dijo, nacional, social y económico.

VUELVE EL DERECHO A DECIDIR

Mas no pronunció la palabra independencia, sino que se aferró al "derecho a decidir", en lo que puede representar un viraje estratégico por parte de una organización en plena transformación. Ahora toca volver al referéndum. CDC, dijo el 'president' en funciones, estará "expectante" a qué ofrecen Podemos y el PSOE en Madrid. "Hemos de sumar a esta victoria de En Comú podem el resultado de ERC, el de DL y, por tanto, este concepto del derecho a decidir estará muy presente en los próximos tiempos, esto es bueno desde una perspectiva democrática y catalana, me alegro de que se haya redoblado la apuesta", proclamó. Y añadió que Convergència "toma la palabra de Podemos y Pablo Iglesias y de En Comú Podem de que no investirán a nadie ni darán apoyo a ningún gobierno que no defienda un referéndum vinculante en Catalunya".

SEXTA FUERZA EN CIUDADES METROPOLITANAS

Mientras, a nivel interno, existen críticas por haber ido a las elecciones justo después de anunciar que el partido ya no sirve, por concurrir bajo un nuevo nombre y por la campaña electoral ("la peor que hemos hecho", según un destacado convergente). Añádase a todo ello que en L’Hospitalet, Badalona, El Prat de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet y Cornellà, Espluges, Sant Adrià de Besòs... Convergència es la sexta fuerza, solo por encima del partido animalista (PACMA) y Unió. "Tenemos sombras especiales", admitió Mas en una mención implícita a estos territorios.