Pequeño observatorio

La moderna ascensión a los cielos

Si se generaliza lo de enviar al espacio cenizas mortuorias, Barcelona se llenará de globos

JOSEP MARIA ESPINÀS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Yo diría que un artículo titulado Estratosfera no debe ser un artículo muy apasionante para los lectores. Pero he leído el que ha escrito Maria Mercè Roca y he encontrado que era una fuente de sugerencias. El tema es extraordinario. Se trata de los funerales y del entierro de los difuntos. Alguien puede pensar que es un ritual perfectamente establecido, que se repite cada día muchas veces. Y es cierto. Las llamadas salas de velatorio en el tanatorio, las personas que se presentan a dar el pésame a la familia del difunto. La ceremonia funeral, religiosa o laica. Las tertulias al salir de la sala. Y luego el acompañamiento en el cementerio de los parientes y los amigos más cercanos.

Más allá de los sentimientos, la operación es rutinaria. Pero la escritora nos informa de una extraordinaria novedad, que al parecer ya se pondrá en marcha en breve. Los servicios funerarios Mémora ofrecerán a los familiares de los fallecidos la posibilidad de enviar las cenizas del difunto a la estratosfera. El servicio costará 3.000 o 4.000 euros. Un globo sonda llevará las cenizas espacio arriba -¿35.000 metros?- y las cenizas quedarán allí arriba en suspensión durante toda la eternidad. Los parientes y amigos podrán contemplar la ascensión del globo.

Si todos los familiares del difunto eligen esta opción, y teniendo en cuenta la cantidad de funerales que se celebran cada día, en Barcelona y alrededores asistiremos a un espectáculo extraordinario: el cielo se llenará de globos, y parecerá que la ciudad celebra una esplendorosa fiesta mayor. Ya solamente faltará que, en el momento de despegar el globo mortuorio, los amigos del difunto saquen un pañuelo del bolsillo y lo agiten, como ocurre en el campo del Barça cuando Leo Messi marca un gol.

El venerable Eclesiastés dejará de tener razón cuando sentencia que «todo lo que viene de la Tierra vuelve a la Tierra».