Al contrataque

Millet y la lluvia

Fèlix Millet siempre ha tenido paraguas y ya se salvó en su día de que las denuncias anónimas quedaran sin investigar o de evitar luego la prisión provisional

Fèlix Millet, la semana pasada, a su llegada a la Ciutat de la Justícia.

Fèlix Millet, la semana pasada, a su llegada a la Ciutat de la Justícia. / periodico

MANEL FUENTES

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Dicen que empieza el juicio del 'caso Palau' y lo que se me ocurre es enviar un fraternal abrazo a Jesús Albalat y al que fue mi equipo en 'El Matí de Catalunya Ràdio'. Mi etapa como director del programa empezó días después de ver cómo los Mossos entraban en el Palau y Millet se metía en un Mercedes, protegiéndose con un paraguas de los flases de la prensa. Millet siempre ha tenido paraguas. Durante años llevó doble contabilidad en las tres instituciones que controlaba –Orfeó Català, el Palau y la Fundació del Palau– mientras desaparecía dinero. El paraguas evitó que las sospechas y denuncias anónimas quedaran sin investigar. Vivíamos en el oasis catalán y tanto el 3% verbalizado por Maragall en el Parlament como la posible corrupción del Palau eran tomados como espejismos por casi todos. Millet también tuvo suerte de que le instruyera el caso Juli Solaz, de quien Santi Vidal (entonces todavía juez) dijo que le apodaban «'cargol'» por su lentitud. El paraguas también funcionó cuando evitó la prisión provisional que algunos pedían por riesgo de destrucción de pruebas, como al final parece que pudo suceder.

Vayan a la hemeroteca de este diario y vean las fotos de un empleado saliendo del Palau con bolsas tras el registro y dejándolas en un piso de Montull, de donde desaparecieron. Dicen que Montull ofrece ahora al fiscal delatar, con pruebas, a Convergència como presunta beneficiaria de parte del botín. El mismo que junto a Millet firmó una confesión que hoy se intuye del todo insuficiente y evidentemente menos sentida que el amor de pago. Recuerdo esos días de radio. Cuando me hice cargo del programa, El Matí de Catalunya Ràdio era la tercera opción para los oyentes, y en tres meses nos pusimos líderes y lo fuimos dos años seguidos. Eso sí, el director de entonces de la radio, incomprensiblemente, no quería hacer bandera del éxito y me llegó a sugerir que tal vez hablábamos demasiado del caso.

LA PETICIÓN DE JORDI ÉVOLE

No fue el único. ¿De nuevo, el paraguas? Jordi Évole me suele pedir que escriba un libro sobre lo sucedido, y tal vez ese día ande cerca. O sea que, ¡Jordi, vete preparando para hacer el prólogo! Recuerdo que entonces la radio pública y EL PERIÓDICO marcaban la línea. Sin miedo. Con rigor. Hoy, me honra escribir en las mismas páginas que Albalat, un periodista con mayúsculas y sin subrayados que nos ha dignificado colectivamente junto a María Jesús Ibáñez y Guillem Sánchez destapando el 'caso Maristas'. Jesús, te echo de menos.

Dicen que empieza el 'caso Palau', y ojalá fuera cierto. Hubo mucho dinero público ahí. Especialmente en la fundación. Pagaban las instituciones y parte del dinero no llegó donde debía. Querido Jesús, ¿cuáles son los deberes y derechos de los patronos de las fundaciones? Los más de 34 millones contabilizados como expoliados, ¿quién los retornará? Y si no es así, ¿a quién le pasará algo y a quién no? Dejé 'El Matí de Catalunya Ràdio' hace más de tres años. Ha llovido mucho desde entonces. Y yo nunca tuve paraguas.