PECCATA MINUTA

Militancia

¿Cómo pueden dudar de nuestra gesta los 'comuns' si, teóricamente, son revolucionarios, como nosotros?», debe preguntarse 'mafaldianamente' la militante Marta Pascal, jefa de filas del PDECat

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JOAN OLLÉ

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Marta Pascal, jefa de filas del PDECat, soltó el pasado sábado una de las más sinceras perlas del 'procés' al lamentar, casi con lágrimas en las pestañas, que la coordinadora nacional de Catalunya en Comú, al no optar por un apoyo 'clar i català' a los futuros 'fets d'octubre', había dejado «desamparados» a sus seguidores. ¡'Pobrets'! ¡Se verán obligados a pensar y decidir por sí mismos! ¡Podrán votar lo que les dé la gana! ¡O incluso votar en blanco, voto nulo o no votar! ¿'On s'és vist això'?

Incomprensible tanto desamparo para nuestra Marta, nacida en Vic, Osona, en el 83, y a sus tiernos 23 ya afiliada a las Juventudes de CDC, de las que fue presidenta del 2012 al 2015. Sí, la actual entrenadora del equipo A vivió con entusiasmo, carnet y cuota en la Masia algunos de los años más aciagos de la corrupción convergente, pero, eso sí, 'amparadísssssssima' por su partido; casi tanto como entonces lo estaban Pujol, Prenafeta, Millet, Montull, Alavedra... y hace cuatro días y en sentido inverso el 'exconseller' Baiget. La patria paga corruptos; no paga traidores. ¿Vigilará la neojunta electoral catalana, por el bien de la cohesión neoconvergente, que todas las papeletas depositadas en las urnas –o en tuppers con una rajita– por su militancia y 'simpatizancia' lleven el prescriptivo 'Sí, quiero'?

VIVIR DE CONSIGNAS

Puedo entender que quien desde su más tierna juventud ha vivido de consignas no sepa mucho de libertad y la confunda con la Verdad en mayúsculas. «¿Cómo pueden dudar de nuestra gesta los 'comuns' si, teóricamente, son revolucionarios, como nosotros?», debe preguntarse 'mafaldianamente' la militante Pascal. No debe tener noticia de la obra teatral 'Meridians i Paral·lels' del muy añorado 'psuquero' Jaume Melendres, en la que proféticamente ya apuntaba en 1977 que nacionalismo y lucha de clases (ahora sensibilidad social) no tienen apenas punto de encuentro en el globo terrestre.

Marta, en cambio, considera perfectamente lógico que los muy 'españolufos' PSOE y PP no estén por la otoñal labor; debería recordar que fue con ellos con quien pactó CiU mientras ella, en su ilusionados años de aprendizaje, iba sorbiendo a cucharaditas endulzadas el jarabe de la ambigüedad entre bandera y cartera. Solo mucho después llegaron Andorra, Mas, el Mar Rojo, la Tierra Prometida...

Harían bien los exconvergentes y otras gentes de bien que, sin saber exactamente cómo, se han encontrado de hoy para mañana desamparados, 'despujolados', 'desferrusolizados', 'rullizados', 'junquerizados', 'rufianizados' y 'cupipizados' en atender una máxima de Blaise Pascal, matemático, físico y filósofo francés del XVII y tal vez sabio ancestro de Marta: «Si no actúas como piensas, puedes acabar pensando como actúas».