El desorden del Barça y la resurrección del Madrid

CÉSAR LUIS MENOTTI

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Jorge Luis Borges decía que en la vida había que vivir ordenado para desordenarse de vez en cuando. El Barcelona solía hacer gala de aquella frase, pero en los últimos tiempos ha caído en lo contrario. Se transformó en un equipo que se desordena y le cuesta volver a ordenarse. El Barcelona venía admitiendo el éxito sin la necesidad de un gran funcionamiento y las adversidades las iba resolviendo a través de las enormes individualidades que tiene, pero poco a poco fue perdiendo sentido colectivo de juego. No perdió la idea de jugar, porque hay un fútbol que surge desde la memoria a través de un Iniesta, un Piqué, un Messi. Pero en el juego se hizo un equipo mucho más simple de lo que venía siendo. Sobre todo en la adversidad uno empieza a ver que se descontrola. El Barcelona de Pep Guardiola iba perdiendo 1-0 y jugaba como si el partido recién hubiese empezado.

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El Real Madrid, en cambio, parece haber revivido de un lugar de crisis muy profunda. Estaba cruzando un río y parecía que se ahogaba, que ninguno sabía nadar. Pero de pronto se dieron cuenta de que podían nadar un poco mejor y ahora parece que llegan a los últimos veinte metros nadando y con buen estilo. Veo al equipo más parecido a Zinedine Zidane, al menos a lo que representaba como futbolista. No sé si será su presencia o sus conocimientos, porque recién empieza a entrenar, pero Zidane ha pacificado un poco la vida de esos jugadores tan de elite. Y sin dudas que ahora es uno de los candidatos al título en la Champions, aunque creo que tendrá una serie complicada contra el Manchester. El City es un equipo con jugadores que llevan muchos años juntos y creo que no le pesa tanto la derrota, lo cual le da una sobriedad para competir muy importante en estas instancias. Su entrenador, Manuel Pellegrini, juega además con la libertad de estar terminando una tarea que ha sido muy buena. No hay ningún miedo adicional por la derrota, él ya sabe que se va al final de la temporada.

En la otra semifinal veremos un duelo entre dos equipos que, a su manera, tienen muy claras sus ideas. Quizás sin un ida y vuelta apasionante, pero sí muy parejo e interesante. Por un lado, un Atlético de Madrid muy disciplinado dentro de la idea de Diego Simeone, que basa su estrategia en la interrupción del juego y al que es muy difícil sacarlo de su lugar. Por el otro, un Bayern Múnich que se apoya en la tenencia de la pelota, los cambios y la utilización de los 70 metros de ancho de la cancha como distracción. El Atlético, en cambio, es un equipo que se preocupa poco por la tenencia y no utiliza mucho el ancho. Es rápido en la recuperación y profundo, intenta encontrar el camino al gol en forma directa a través del contraataque. Y para eso cuenta con delanteros que juegan muy bien. En especial Antoine Griezmann, que está en un gran momento. No hay que olvidar que el Atlético tiene también grandes jugadores. No es el Logronés ni el Granada, ha gastado una fortuna en fichajes. Y viene de eliminar merecidamente al Barcelona. Sin duda, el Bayern va a encontrarse a un Atlético que está en su mejor forma.