MIRADODR

Mas no gobierna, levita

JOAQUIM COLL

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Es sorprendente que, en medio de esta crisis socialmente tan injusta, la reivindicación del derecho a decidir se haya transformado en el no va más de la radicalidad democrática. Una radicalidad que se circunscribe a un único objetivo, la secesión elevada a la categoría de pócima mágica de todos nuestros problemas, pero que se diluye como un terrón de azúcar cuando se trata de asuntos sociales, de cuestiones que no figuran en la agenda del «proceso» o que directamente lo afean.

Ninguna reacción ante el clamoroso caso de espionaje que protagoniza el director general de Serveis Penitenciaris,Xavier Martorell. Lacerante falta de ejemplaridad en cultura, pues se destinan los escasos recursos a la mera propaganda y a pagar favores a los amigos políticos del consellerFerran Mascarell, como es el caso de la costosa oficina del tricentenario de 1714 o del AnyEspriu. Y ningún gesto de mea culpa o explicación ante las informaciones que confirman los suculentos negocios de la familiaPujol Ferrusola; bien al contrario, insistencia deArtur Masen hacer deJordi Pujolun símbolo patrio, como si se tratase de la Moreneta, la butifarra o la sardana.

Para quien ejerce el contradictorio papel de oposición gubernamental, ERC, se trata de una orquestada operación de los servicios secretos del Estado para frenar el independentismo. Qué fácil sería creer en la teoría de la conspiración si únicamente existieran los escándalos que afectan a CiU. Por desgracia, no es así. En España, la corrupción salpica a todos los partidos, muy particularmente al PP con el bochornosocaso Bárcenas, y alcanza también a la figura del Rey por culpa de su yerno,Iñaki Urdangarin.

¿Deberíamos deducir que existe también un plan del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para derrocar la monarquía o provocar la caída deMariano Rajoy? En una sociedad con medios de comunicación libres, a pesar de sus servidumbres, al final muchas cosas acaban por destaparse, sobre todo en un momento en que la crisis social y política ha puesto fin a la impunidad ante ciertas formas de actuar.

Ayer nos golpeó otra vez en la cara la dura y cruda realidad, con una cifra de paro insoportable. Ante esto no puede calificarse más que de contemplativa la actitud del Parlament, centrado solamente en impulsar declaraciones, comisiones o pactos sobre el derecho a decidir. Para el 31 de julio está previsto, por fin, un debate especial sobre el paro juvenil, a instancias no del Govern, sino de la Joventut Socialista, petición a la que se sumaron todos los grupos en el último minuto.

Mientras tanto, la cumbre social suspendida el pasado mes de marzo sigue sin fecha.Masno gobierna, levita, habla de ficciones y es el rey de las metáforas. Tras su reciente viaje a Europa, queda clara una cosa: si la independencia es solo un sueño, la anunciada consulta no pasará de ser una ficción.