LA RATIO
Manga
Josep-Maria Ureta
Periodista
JOSEP-MARIA URETA
Conviene recordar los mecanismos de decisión en Bruselas para entender por qué unos Presupuestos del Estado para el 2016 presentados y aprobados con una insólita anticipación, están causando más contratiempos políticos al PP de lo previsto. Primera, histórica aunque en desuso: los países del euro se comprometieron in illo tempore a seguir pautas comunes en políticas presupuestarias, sobre todo en exceso de déficit. Era una armonización coherente con compartir moneda. Eso se perdió a mediados de siglo.
Segunda, escarmiento. Tras la debacle financiera del 2008 y la intervención, parcial, de las finanzas españolas en el 2012, se impuso que las cuentas públicas de los estados del euro se analizarían en Bruselas antes de su aprobación en sus parlamentos. Exigencia de soberanía limitada, superada por el habitual juego de cesiones y sobreentendidos sobre el que se asienta con firmeza la Unión Europea y su Comisión. Con todo, la advertencia de Bruselas de que los números del Gobierno Rajoy no son creíbles, por más que se quiera disimular con la torpeza acusatoria de que el Comisario es socialista y francés, revelan que las cuentas se hicieron manga por hombro pero la manga de nuestros acreedores sigue siendo muy estrecha.
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