Los escándalos asedian a la Comisión Europea

El 'caso Kroes' es otro golpe a la credibilidad de una UE en crisis ante los ciudadanos - Las puertas giratorias de los altos cargos de Bruselas dan alas a los ultras y populistas

Neelie Kroes, en un acto comunitario en sus tiempos de comisaria.

Neelie Kroes, en un acto comunitario en sus tiempos de comisaria.

ELISEO OLIVERAS

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La revelación de que la excomisaria de Competencia y de Agenda Digital Neelie Kroes figuró como directora de la sociedad opaca Mint Holdings en el paraíso fiscal de Bahamas durante su mandato supone otro golpe a la credibilidad de la Comisión Europea. Este nuevo escándalo se suma al polémico fichaje a principios de julio del anterior presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, por Goldman Sachs, uno de los bancos responsables de la crisis financiera y que ayudó al Gobierno conservador griego a maquillar las cuentas para ocultar a la Unión Europea (UE) la magnitud de su deuda pública.

Con la UE inmersa en una "crisis existencial", la pasividad de la Comisión Europea ante los cuestionables fichajes de Barroso, de Kroes y de otros excomisarios no contribuye a recuperar la confianza de los ciudadanos y regala argumentos adicionales a la extrema derecha y a los euroescépticos. Los habituales fichajes en el sector privado de comisarios y altos cargos europeos ponen en duda a qué intereses realmente sirvieron durante sus mandatos. En un editorial titulado 'La traición moral de las élites', el diario francés 'Le Monde' denunciaba el jueves "la enfermiza atracción por el dinero" de los miembros de la Comisión Europea y sus estrechos lazos con el mundo de los negocios. El editorial advertía de que, si las instituciones europeas "no son capaces de hacer limpieza, serán los populistas quienes la harán".

La credibilidad de la Comisión Europea también se ve lastrada por su endémica ausencia de autocrítica y por la actuación pasada de su actual presidente, Jean-Claude Juncker, que en su anterior cargo como primer ministro y ministro de Finanzas de Luxemburgo promovió la elusión fiscal de las multinacionales con los acuerdos secretos revelados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en noviembre del 2014.

EL "OLVIDO" DE LA COMISARIA

Kroes ha calificado de "olvido" la omisión en su declaración de intereses como comisaria de su cargo en la sociedad de las Bahamas. Pero este no es su único olvido. Cuando fue designada para el cargo también olvidó mencionar que había actuado como lobista de la empresa armamentista Lockheed Martin y que había sido miembro de la dirección de otras ocho compañías omitidas.

El nombramiento de Kroes como comisaria de Competencia en el 2004 ya resultó muy polémico por sus estrechos lazos empresariales. Para obtener la aprobación del Parlamento Europeo se comprometió solemnemente a no reincorporarse nunca más al mundo de los negocios al concluir su mandato. Los numerosos conflictos de interés de Kroes y sus decisiones políticas en la Comisión Europea "crearon a menudo la impresión de que primaba los intereses empresariales sobre el interés público", como recuerda el eurodiputado ecologista alemán Sven Giegold.

Justo tres meses después de abandonar su puesto como vicepresidenta de la Comisión Europea, Kroes se incorporó como consejera del Bank of America Merrill Lych en febrero del 2015, violando sus propias promesas. Tras haber diseñado la legislación marco europea en el área digital, Kroes fichó después por la compañía informática Salesforce y por Uber, a la que había defendido desde su cargo de comisaria. Kroes incluso ha cuestionado la decisión de la Comisión Europea de reclamar a Apple el pago de los 13.000 millones de impuestos escamoteados gracias a los acuerdos fiscales privilegiados suscritos con el Gobierno irlandés.

La Comisión Europea avaló en julio el fichaje de Barroso por Goldman Sachs sin objeciones y solo ha comenzado a cuestionarlo en septiembre, tras la intervención de la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, que ha abierto un expediente porque esa contratación choca con las exigencias de integridad que establece el artículo 245 del Tratado de Funcionamiento de la UE a los excomisarios respecto a los puestos que pueden aceptar. Antes, Barroso ya había sido autorizado por la Comisión Europea para ocupar nada menos que 22 puestos distintos, incluido el de miembro de la dirección del poderoso lobi mundial Bilderberg,

Otros fichajes cuestionables son, por ejemplo, los del excomisario de Comercio Karel De Gucht (Belgacom, ArcelorMittal, Merit Capital y CVC Capital Partners), la excomisaria de Justicia Vivian Reding (Agfa-Gevaert, Nyrstar, Bertelsmann Foundation), el excomisario de Medio Ambiente Janez Potocnik (lobis agroalimentarios) y el excomisario de Transportes Siim Kallas (simultanea ser asesor especial de la Comisión Europea y consultor de la multinacional Nortal).