La clave

La tercera vía de Urkullu

JUANCHO DUMALL

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Tal vez escaldado con el fracaso final del llamado Plan IbarretxePlan , el PNV mira el proceso soberanista catalán con indisimulada aprensión. El lendakari, Íñigo Urkullu, fue ayer contundente en una entrevista concedida a la cadena SER: «No se puede crear un nuevo Estado de la UE de la noche a la mañana». Y, en referencia a la declaración que en el Parlament impulsan Junts pel Sí y la CUP, añadió que «la unilateralidad no es el camino».

Hagamos un poco de historia. El lendakari Juan José Ibarretxe anuncia su plan, que incluye el derecho de autodeterminación, en septiembre del 2001, cuando Artur Mas era conseller en cap del último Govern de Jordi Pujol. La propuesta del presidente de Euskadi es aprobada en el 2004 por el Parlamento vasco (Mas estaba ya en la oposición) por mayoría absoluta y enviada al Congreso. El propio Ibarretxe la defiende en las Cortes españolas el 1 de febrero del 2005, cuando Mas era cap de l'oposició y colaboraba activamente en la elaboración del nuevo Estatut catalán. El Congreso tumbó el plan del lendakari con 313 votos en contra, 29 a favor y dos abstenciones. Los argumentos para el rechazo no eran muy distintos a los que años después recibiría la propuesta de realización de una consulta en Catalunya.

Pero entonces el PNV no se planteó la desobediencia. Tampoco Mas estaba en rebeldía. Ni siquiera era independentista. De hecho, en enero del año siguiente acudió a la Moncloa a pactar con el presidente Zapatero el remate del Estatut. Es llamativo el número de pantallas que el líder de CDC ha pasado desde entonces, frente al camino, mucho más lineal y moderado del PNV. De hecho, Urkullu pedía ayer «diálogo y acuerdo para reformar el Estado», algo muy alejado de la actual estrategia rupturista de Mas.

Rajoy vs. Cameron

vs.Eso sí, Urkullu resaltaba la «nula inteligencia» con la que el Estado ha afrontado la reivindicación catalana y se lamentó de que Rajoy no sea un Cameron, el premier británico que autorizó (y ganó) la consulta escocesa. En el fondo, Urkullu propone una tercera vía no muy alejada de quienes apuestan por una consulta pactada y una reforma de la Constitución.