AL CONTRATAQUE
La verja y el fango nacional
Xavier Sardà
Periodista
Es licenciado en Ciencias de la Información, con una amplia trayectoria en radio y televisión. Su actividad se centra actualmente en tertulias de carácter político.
XAVIER SARDÀ
África saluda a Europa con el polvo sahariano. El viento y la lluvia de fango nos recuerdan lo cerca que está el continente originario. Apajarados en la cerca de Melilla, los africanos descienden exhaustos después de horas encaramados en el desespero.
Precisamente de Marruecos (y de Argelia) provenían los vientos que arrancaron el desierto como ofrenda a la paradoja. Mientras los acróbatas del desamparo fueron devueltos «en caliente», el aire libre intercontinental nos traía sus arenas mensajeras: «Estamos aquí». «Estamos tan cerca que solo a Catalunya nos llegan 50.000 toneladas de desierto». Es una burla. No hay rejas en el aire. Aunque cerremos los ojos al mundo, el mundo se nos viene encima. Aquí nos quejamos de lo sucio que queda el coche con la lluvia fangosa. A veces somos tan limpios por fuera como casposillos por dentro.
Que injusta es África que solo nos manda ilegales y vientos movedizos. Total: ¿qué les hemos hecho nosotros? En 1493 el Vaticano cedió América a España y el África negra a Portugal, «para que las naciones bárbaras sean reducidas a la fe católica».
John Locke, el gran filósofo de la libertad, era accionista de la Royal Africa Company, que compraba y vendía esclavos. Felipe V estrenó su trono firmando un contrato con su pariente, el rey de Francia, para que la Compagnie de Guinée vendiera negros en América. Nombres de algunos los navíos negreros: Voltaire, Rousseau, Jesús, Esperanza, Igualdad, Amistad. El Congo «Belga» era propiedad privada del rey de tan «civilizado país». Apartheid. Algun día hablaremos del los abogados catalanes y su visto bueno moral para seguir permitiendo a las esclavistas de aquí vender esclavos allí, cuando en España ya no era legal. Cositas. Miles de cositas, de muerte y de amputación. ¡Y el coche sucio!
La chulapa Aguirre
Aquí hemos aprovechado para chapotear en el fango. La chulapa Esperanza Aguirre huye cuando la están multando. No se puede reprimir. Va y se larga porque le sale de sus ovarios en almíbar. Porque es expresidenta y pre no se sabe. Pero que no, que a ella no la multa ni Dios. O multita o bronquita, dice. Pues las dos cosas señora y usted debe aguantar como todo hijo de vecino o más, precisamente porque es usted. Si lo que querían era alargar el procedimiento, se espera con sangre fría a pesar de los calores hormonales.
Mas por videoconferencia en la Audiencia Nacional de Madrid. Mas-fango. Chirria escuchar al president declarando contra los catalanes indignados que dificultaron la entrada al Parlament. Ellos en Madrid y Mas desde aquí. No parece muy soberanista. Lo que falló ese día es el dispositivo policial de Puig. Demonizar el 15-M con la brega cuerpo a cuerpo. Eso se quiso.
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