La concordia es imposible

Ambiente mediúmnico. La escena tiene lugar en una sala poco iluminada. Mesa redonda y un grupo preparándose para una sesión de espiritismo. A mediados del siglo XIX, el escritor francés Allan Kardec codificó la doctrina espiritista, según la cual los que están fuera de un cuerpo material (espíritus) pueden contactar con los vivos.

Sentados alrededor de la mesa, Rajoy, Rosa Díez, Mas y Junqueras. Preside como médium, por ponderada, Mercedes Milá.

En los dos rincones se invoca el espíritu de Suárez. Está Soraya Sáenz de Santamaría frente a un televisor desajustado: «Ven hacia la luz». Y está Sala Martín con un móvil en la mano: «Ven hacia la chaqueta dorada».

Los de la mesa se dan las manos formando un círculo como la vida misma: «Terrible tarea la de chapotear en un círculo cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna» (Rayuela, otro juego).

Mercedes Milá entra en trance varias veces cambiando de voz, pero no vale porque aparecen Cánovas del Castillo, Canalejas y Dato. Lo más cercano a Suárez viene poco después, cuando Leopoldo Calvo-Sotelo se mete en el cuerpo de la Milá.

Milá: «Sooooy Calvo Soteeeeloooooo».

Mas: «Es que buscamos a Suárez, ¿sabe? ¿No le habrá visto por ahí?».

Milá: «Coooñoooo, hasta después de muerto sigue liándola. ¿No les da igual el espíritu del 12 de febrero?».

Todos: «¡Nooooooo!».

Milá: «¡Valeee, le buscooo!».

Junqueras: «Perdón, pero esto es puro oscurantismo. Además, no hace falta contactar con ningún espíritu: Suárez hubiese aceptado la consulta, seguro. Lo que tenemos que hacer es un exorcismo a más de uno de por aquí».

Rajoy: «¿Pero qué me estás contando, Junqueras? ¡Un respeto por la memoria de Suárez, que a ti no te soportaría, majete!».

Mas: «Vaya, pobre Suárez. ¡Quién os ha visto y quién os ve!».

Rosa Díez: «Lo dirá por usted, ¿no? ¡Un presidente gris que se cree el Bolívar del Eixample!».

Milá (cantando): «Vaya torito, ay torito guapo, tiene botines y no va descalzooo».

Junqueras: «Vaya, el que faltaba, el Fary...».

Rajoy: «Miren, les aseguro que Suárez no permitiría una consulta ilegal. Yo ya les hago un arreglo y una financiación propia para Catalunya y ¡fuera referendo!».

Rosa Díez: «¡Señor Rajoy, no se baje usted los pantalones! Suárez no lo haría».

Mas: «Hombre, una buena ofertita no estaría mal».

Junqueras: «Mas, vuelve en ti. ¡No aceptes! ¡Independencia o nada! Suárez sí que sabía dialogar, pero estos no».

Rajoy: «Pero si yo soy el Suárez de ahora. ¡Cojones!».

Milá: «Soy Suaaaarez. Que cambien mi epitafio: La concordia es imposible».

Fin. O no.