Homofobias hoy

En situaciones de crisis como la actual, los valores se arruinan y muchas personas buscan refugio en comunidades rígidas e intransigentes que les transmitan seguridad

Imagen de los agredidos, que muestran las heridas del ataque sufrido en Berga.

Imagen de los agredidos, que muestran las heridas del ataque sufrido en Berga. / periodico

JORDI PETIT

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Recientemente se han producido tres graves ataques integristas. Un activista gay de origen magrebí fue secuestrado en Marsella el pasado fin de semana, torturado y violado, hasta que pudo escapar. Una mujer transexual fue apalizada hasta morir en Brasil, la gravación del asesinato ha conmovido al país. En Berga, dos gais ha sido violentamente agredidos por darse un beso en la calleBerga,, y otra este mismo lunes en un lugar de encuentro gay de Barcelona.

Aquí nos encontramos con un tipo de machismo rancio ultracatólico que golpea y se da a la fuga. Quizá, como ocurre en todo movimiento social, tras las victorias de las leyes del matrimonio igualitario y de identidad de género (2005-2006), se produjo un cierto reflujo del activismo y regresaron las corrientes conservadoras. Las declaraciones eclesiásticas condenatorias, "legitiman" estas agresiones.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Precisamos de una educaci\u00f3n\u00a0","text":"de la diversidad sexo-afectiva desde la escuela, la familia y los medios de comunicaci\u00f3n"}}Las normas por sí mismas no cambian la realidad social, son necesarias actuaciones 'anti-lgtbifóbicas' por parte de la Administración (por cierto, sigue pendiente desplegar esta ley en Catalunya). Por otra parte, nunca podemos dar por asentados los principios y valores que dieron razón de ser al movimiento homosexual y transexual. Informes como el de Alfred Kinsey y la desclasificación de la homosexulidad como enfermedad por parte de la OMS, se olvidan, y es preciso volver a explicarlos. De hecho, en estos últimos 11 años se han incorporado nuevas generaciones a la ciudadanía, sin haber oído ni participado del intenso debate previo a las referidas leyes de matrimonio y adopción.

OFENSIVA RADICAL

El caso del bus "transfóbico" y del carnaval de Las Palmas, revelan una clara ofensiva por parte de sectores radicales, de los cuales se desmarca la Conferencia Episcopal, pero sus cardenales no se muerden la lengua. Esta reacción responde a la progresiva normalización del hecho LGTBI y del avance del feminismo. Aumenta la visibilidad, luego aumenta la ira de una minoría intolerante. Sin embargo un tozudo referéndum anual deja en evidencia la pérdida del atávico peso religioso. Un 60% de media en todo el estado,( mayor en Catalunya) no marca la casilla del 0'5% del irpf para la Iglesia Católica.

En el norte de Europa y en los EEUU, esta ofensiva gira en torno a los ideales neonazis, alimentados por webs que difunden el odio. La ciudad de Amsterdam, antes paraíso modélico para leasbianas gais, ha retrocedido muchísimo por las agresiones a la salida de discotecas y pubs de encuentro.

Una tercera ola de integrismo de caràcter religioso se ha desatado en toda América Latina y Caribe, fruto de la competitividad entre la Iglesia católica y las diversas iglesias evangelistas, estas últimas mucho más conservadoras. El trasvase de fieles católicos al ámbito evangelista se ha convertido en una carrera entre las dos corrientes, por ver quien condena en especial al feminismo y a la comunidad LGTBI. 

Es tal este empeño, que en las recientes manifestaciones contra el matrimonio igualitario en México, aparecieron pancartas que condenaban a los “niños malos que tientan a nuestros obispos”, en respuesta a los casos de abuso de menores por parte de la curia. Increíble y sin precedentes. Furor integrista.

ODIO FEROZ Y REFUGIOS DE RIGIDEZ

Ese odio feroz , como sabemos, se ha instalado en una radicalización del Islam en algunos países, interpretación que distorsiona los textos originales, como en el caso cristiano. En situaciones de crisis como las actuales, los valores se arruinan y muchas personas buscan refugio en comunidades rígidas e intransigentes que les transmitan seguridad.

Por último, hay que considerar otra forma de discriminación, menos visible, pero igualmente muy grave. Se trata de la situación de las personas LGTBI mayores y/o dependientes que al ingresar en una residencia deben "volver al armario" por el rechazo del resto (caso también de la asistencia domiciliaria). Una indignidad a resolver.

Precisamos de una educación de la diversidad sexo-afectiva desde la escuela, la familia y los medios de comunicación, sobrados de violencia, como muchos videojuegos.

Laicidad es respeto a todos los Derechos Humanos.