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Hay una cosa que Mas te quiere decir

RISTO MEJIDE

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Y es importante al menos para él. Toda la noche estuvo sin dormir. Porque una frase de tu boca quiere escuchar. Ah ah ah ah ah ah ah ten la independencia. Ah ah ah ah ah ah ah ten la independencia.

No has podido evitar cantarla. Yo tampoco. Qué quieres, a mí la gente que todavía se envía cartas me pone tontorrón. El género epistolar es de las cosas más bonitas que uno puede consumir legalmente. Poder leer lo que otros se escriben sin que ellos sepan que tú estás ahí, te hace sentir como Snowden pero sin tener que mirar debajo de la cama, del coche y del wáter cada vez que te montas en ellos.

Y en medio de esta revolución de las redes sociales, del papá déjame el móvil, del internet de las cosas, del he visto a tu ex en Badoo, de la impresión 3D, de la wearable technology y del quién te envía un whatsapp a estas horas, nuestro President de la Generalitat del Segle XXI se marca como mínimo 29 cartas de las de sello en pecho, una por cada dirigente de la UE, y una para el presidente de la Comisión Europea.

La Merkel ya tiene quien le escriba. Y encima Barroso va y le responde con 6 líneas 6, toreando la cuestión como sólo la UE sabe hacer. Está el cartero que no vivía tan apasionadamente desde lo de Pablo Neruda. Si Quevedo y Góngora levantasen la cabeza se hacían pareja de hecho.

Hablando de hechos, está demostrado que aún se habla poco de la consulta en Catalunya. No sé, como no se den prisa, no nos va a dar tiempo de tratar

el tema desde todos sus ángulos, aristas, matices y prismas de aquí al 9N. Que sólo nos

quedan 10 meses. Creo

que hay tertulianos a los que aún les queda algo nuevo por decir. De lo que estoy seguro es que aún quedan españoles por el mundo que no han sido tachados como enemigos de la patria catalana. O se dan caña elaborando la lista negra, o cuando llegue el momento no sabré a quién odiar, escupir y repudiar. O se dan prisa, o nos pilla el toro.

Tampoco sé de qué se queja el 'Wall Street Journal'. Aquí no hay adoctrinamiento propagandístico ninguno. Qué va. El otro día pillé un momento en el que no se hablaba de la independencia de Catalunya en TV-3. Salía la jamaicana Chus Lampreave anunciando un quitagrasas. Y en Catalunya Ràdio acaban de utilizar el huso horario español para dar la hora, pero tranquilos que un becario ha salido enseguida al paso para atribuirse el error públicamente, al tiempo que sostenía entre sus nalgas 'L'Auca del Senyor Esteve' y un mosso le tatuaba una estelada en cada pezón.

Los medios públicos catalanes, los que pagamos todos los ciudadanos, son un ejemplo de imparcialidad y rigor en cuanto a la cobertura informativa se refiere. Lo que ocurre es que han dejado de pasar cosas en el resto del planeta, se han cancelado los eventos,la actividad, todo ruido y hasta la respiración para poder así atender el asunto realmente importante, que es el asunto catalán. Están todos los gobiernos pendientes de a ver qué decidimos nosotros el 9N, de si podremos hacer o no la pregunta, si serán una o dos preguntas, del día después, de las cartas de Mas, de las respuestas de Barroso.

Y aquí también, eh, no te creas. Las 624.872 personas inscritas

en las oficinas de empleo de Catalunya están realmente preocupadas por la independencia. Oiga, busco trabajo, pero si me dan a elegir, prefiero un estado independiente, que me han dicho que así nos comeremos como mínimo los mocos.

También los empresarios. Están -casi- todos callados porque la pela se la pela. A que sí.

Y mientras todo esto ocurre, nuestro President sigue mostrando sus mejores cartas con un dominio del inglés escrito que ni Annie Bottle. Si Shakespeare y Cervantes levantasen la cabeza, se suicidaban a base de relaxing cups.

No se preocupe, President. Usted a lo suyo. Siga escribiendo, hay miles de sellos, algunos incluso con la cara de un monarca. Lo más importante es que el mundo se entere de que usted tiene una epístola. Y que no dudará en usarla.

Mira, como Froilán.