«Es muy absorbente, tiene mucha importancia el detalle»

-Me dijo un amigo que fue al colegio con usted que ya entonces dibujaba, y muy bien.

-¿En serio? Ja, ja… No sé, yo no me recuerdo como un buen dibujante. Sí dibujaba mucho, eso sí lo recuerdo.

-'Vicky el Vikingo'.

-¡Sí! Tenía 8… Por ahí: 8, 9, 10 años. Más adelante me dediqué a dibujar superhéroes. Me inventaba los míos. Un día creé al Hombre Hormiga, y estaba muy orgulloso, hasta que luego me enteré de que ya existía.

-¿Y a nivel profesional? ¿Cómo empezó su historia con el dibujo? 

-Bueno, todo empezó con un concurso de cómics de la Generalitat. Le hablo del año 87. El concurso tuvo su historia: yo acababa de salir de la mili y estaba muy cabreado, porque había intentado declararme insumiso pero al final había tenido que ir. El resultado es que el cómic que presenté a concurso era una especie de desahogo.

-¿A qué se refiere?

-La historia salió en su periódico. Como estaba cabreado, escribí una historieta que se llamaba 'F.O.E'; que significaba Fuerzas de Ocupación Españolas. Fue todo un escándalo. Tuve que declarar y todo.

-Eso es hacerse notar. Dígame, ¿desde cuándo ilustra juegos de mesa?

-Pues desde hace poco, tres o cuatro años. Casi siempre he trabajado en el mundo de la animación, pero últimamente el trabajo escaseaba. De hecho, lo de ilustrar juegos de mesa me llegó cuando estaba pensando en buscarme la vida de otra manera.

-¿Qué juegos ha ilustrado?

-Pues mire, aquí están, los traje para que los viera: el 'Enigmàrius', el juego de mesa de 'Victus', el juego de cartas de 'Victus', este que se llama 'Barcelona, la rosa de fuego', y este, que es el último, 'Els enigmes de la Verbi i el Mod'.

-Cuénteme, ¿qué particularidades tiene el trabajo?

-¿Ilustrar un juego de mesa? En mi opinión es una labor muy absorbente, porque tienes que tener en cuenta muchas cosas. Tiene mucha más importancia el detalle, por ejemplo: para mí, es como si estuviera haciendo el aparador de una tienda, poniendo cada cosilla donde tiene que estar.

-Hábleme de su método. Alguien diseña un juego y le encarga ilustrarlo.

-Le voy a hablar de un caso concreto, el 'Victus'. Obviamente, no solo tenía que leer el libro, sino hacer un poco de investigación. Cuando es un juego histórico y existen cuadros o pinturas de los personajes históricos, tienes que buscarlos, para que te sirvan de inspiración. Pero a veces no hay nada, y es el caso de algunos personajes de 'Victus': entonces tienes que leer con mucha atención las descripciones del autor.

-El tablero es enorme.

-Es el dibujo más grande que he hecho con tanto detalle. Es muy minucioso. Mi intención era copiar los grabados antiguos de mapas. Me lo pasé muy bien haciéndolo.

-¿Le gusta el tema histórico?

-Me encanta. Cuando veo algo de esa época, un libro, un juego, lo que sea, pienso que me habría gustado ilustrarlo a mí.

-Cuando entra en una tienda y ve los juegos que ha ilustrado ahí expuestos…

-Ah, sí, yo soy de los que saca la cámara y les hace fotos, claro que sí. Y si hay alguien mirándolo y así como pensando si lo compra o no lo compra, más todavía.

-¿Qué opina de su crédito? Un poco pequeño y un poco escondido, ¿no?

-Estoy de acuerdo. Yo me quejo, creo que los ilustradores tendríamos que estar más destacados. Al fin y al cabo, de ti depende en parte que el juego se venda o no. Lo que pasa es que, en general, el trabajo de ilustrador no está bien valorado. No tiene el respeto que se merece.