Editorial

García Albiol, la apuesta del PPC

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A dos meses para las elecciones catalanas, las incógnitas de los cabezas de lista están totalmente despejadas. Ayer, Alícia Sánchez-Camacho puso fin a las dudas y desveló que el exalcalde de Badalona Xavier García Albiol será el candidato del PPC. El partido se ha debatido entre la conveniencia de mantener el mensaje de firmeza en su política -económica y antinacionalista- con el rostro de su líder o abordar la renovación, con un discurso similar, en un contexto de cambio radical en Catalunya, donde no repetirá ningún cabeza de lista. La presidenta del PPC ha vivido cinco años (dos legislaturas catalanas) a un ritmo vertiginoso. De ser la socia preferente de Artur Mas en el 2011, cuando comenzó la dura etapa de los recortes y ajustes presupuestarios, a convertirse en su acérrima adversaria en cuanto el 'president' abrazó la causa independentista. Camacho ha sufrido el desgaste por la inacción de Rajoy ante la crisis catalana y por la política económica del Gobierno central, a lo que hay que añadir el coste que ha supuesto para su imagen el 'caso Método 3' y la famosa comida de la Camarga. Unas elecciones municipales muy malas para el PPC y unos sondeos que auguran magros resultados en las autonómicas han inclinado finalmente la balanza a favor del cambio.

Las candidatura de Albiol se complementa con un valor en alza en el partido, como es Andrea Levy. La joven abogada, recientemente nombrada por Rajoy vicesecretaria de estudios y programas a nivel estatal, es uno de los ejemplos de la tibia renovación que ha iniciado el PP. Tanto Albiol como Levy representan también la voluntad de enfrentarse a Ciutadans, la marca competidora en ascenso en las elecciones y las encuestas. No en vano, los primeros dardos del candidato ya han ido destinados a Albert Rivera.

La candidatura de Albiol también entraña riesgos. El exalcalde, que ganó y logró aumentar sus votos en Badalona, despierta sentimientos contradictorios, entre la adhesión entusiasta y el rechazo frontal, por su peculiar estilo y por el tratamiento del fenómeno migratorio, que concita acusaciones de xenofobia ('Limpiando Badalona' fue su lema de campaña). Un arma esta de doble filo, con posibles réditos metropolitanos, pero que puede despertar recelos en votantes moderados de CDC que no respaldarán la apuesta independentista de Mas.