Fin de los paraísos fiscales

Me asombra que a estas alturas del siglo  las autoridades europeas y mundiales no se hayan puesto manos a la obra para erradicar los paraísos fiscales de una vez por todas. Es sabido que atraen al dinero negro que no paga impuestos en su país. ¿Cómo es posible que las autoridades mundiales permitan el  cobijo para los defraudadores?

Es sabido que, debido a su total opacidad, los paraísos fiscales atraen el dinero de todo tipo de actividades delictivas: droga, armas, corrupción pública, por no hablar de las fortunas de riquísimos exdictadores. ¿Y nadie hace nada? Si los corruptos supieran que su dinero no tiene destino donde guardarse quizá no se animaban tanto a delinquir.

Los datos bancarios de cualquier ciudadano europeo son transparentes para la autoridad pública. Pero si eres muy rico o delincuente con millones puedes dejar tu dinero en un paraíso fiscal opaco a la autoridad pública. Es increíble que sigamos con la milonga del secreto bancario, una ayuda clarísima al delincuente. Hay que ponerles difíciles las cosas a los delincuentes y un modo es que no puedan mover el dinero robado.

No se entiende que se permita todo tipo de ingeniera fiscal para que las multinacionales no paguen impuestos, mientras que el resto de ciudadanos y empresas normales pagamos como está mandado.

No se entiende que el centro de esa «optimización fiscal internacional» que es, de hecho, una evasión fiscal en toda regla esté en Luxemburgo, país central de la UE. No se entiende que las autoridades mundiales (Estados Unidos y la Unión Europea) hayan contemplado impasibles durante años cómo los bancos suizos albergaban (y quizá lo siguen haciendo hoy) el dinero de delincuentes, dictadores, corruptos y defraudadores. Y no pasa nada.

La solución es muy sencilla, basta una ley de la Unión Europea diciendo que todos los bancos tienen que enviar los movimientos bancarios de sus clientes a la autoridad fiscal, lo que debe aplicarse a los países de la UE y a todos los países con los que la esta tiene relación comercial (sean Suiza, Andorra, Cayman, etcétera). Si algún país quiere cobrar impuestos bajos, de acuerdo que lo haga, pero con transparencia total en los movimientos de dinero.

No se entiende lo de las sociedades interpuestas. Tanta sociedad interpuesta solo sirve para ocultar y para que se forren sus abogados. Y si uno quiere ocultar, es que no hace cosas buenas. Solución: con  un registro mercantil centralizado y un programa informático normalito podríamos saber al instante quién es la persona física que está detrás de esas sociedades y por tanto responsable de lo que esas sociedades hacen.

La población se escandaliza tanto que la autoridad europea tendrá que atacar (prohibir) este asunto ya. Si no lo hacen, algunos pensarán que son los gobernantes los más interesados, a título particular, en que existan los paraísos fiscales.