Évole excita a la caverna

Ante la nueva temporada de Salvados (La Sexta) que comenzará el próximo domingo, Jordi Évole ha aparecido en El hormiguero (A-3 TV). ¡Ah! Qué inteligente estrategia de calentamiento de motores. Ha dejado a la caverna mediática excitada enormemente. Su defensa de la CUP -aún discrepando de algunos de sus planteamientos-, advirtiendo en forma de pregunta: «¿Quién es más antisistema? ¿Alfonso Rus o David Fernández? No he visto ni oído que nadie de la CUP haya robado un solo euro, y eso que ya han tocado poder en ayuntamientos y diputaciones». Este razonamiento ha levantado ampollas en las trincheras negras.

Desde un punto de vista televisivo, lo que más le gustó a nuestro canario flauta fue cuando terminó su alegato contra los verdaderos y corruptos depredadores del sistema. Mirando a Pablo Motos, lanzó esta última perla: «¡Hostia tío, he hablado bien de la CUP en Antena 3! ¡Toma ya!». ¡Ahh! Qué requiebro más punzante y meditable. Y lo más hermoso y saludable: ¡desde la propia Antena 3!

UN TRAMPOSO QUE YA CONOCEMOS

UN TRAMPOSO QUE YA CONOCEMOSAl margen del estilo, propio de matón de taberna, la insultante invectiva que acaba de lanzar Eduardo García Serrano desde Intereconomía TV contra Anna Gabriel es un detestable ejercicio de tramposo. Les cuenta a sus espectadores que de esta diputada de la CUP «lo sabemos todo, porque ella misma nos lo ha contado: que es una puta traidora, amargada y mal follada. Tal cual se ve a sí misma». Dicho así, esto es rotundamente falso. Anna Gabriel utilizó esas expresiones sobre sí misma en tono de denuncia sarcástica ante los ataques que había tenido que soportar, con esos mismos epítetos insultantes. García Serrano miente. Esconde a la audiencia la verdad. Y se pasa la honestidad informativa por sálvese la parte, El bravucón de la caverna vuelve por donde solía. Con lo que le hizo a Marina Geli parece que no ha tenido bastante.

TAPAS MARIANO

TAPAS MARIANO La renuncia de Rajoy a la investidura, Wyoming (El intermedio) la ha entendido como un adiós a la política. Y le ha mandado un último mensaje: «Le recomiendo que monte un bar de tapas: Casa Mariano, tapas muy buenas y mucho buenas». ¡Ah! Que Rajoy vaya a abandonar la política es un diagnóstico ingenuo y cándido. Pero lo de las tapas Mariano es una idea interesante. Es una forma de perpetuar el comedero de amistades y altos cargos.