tú y yo somos tres

España, la China de la Merkel

FERRAN MONEGAL

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El trabajo que nos ha presentado esta semanaAntonio García FerrerasenLa Sexta Columna(La Sexta) ha sido de una claridad, de una nitidez, tan contundente como tremenda.«¿Por qué nos exprime Alemania? ¿Por qué la señora Merkel se perfila como la gran opresora? ¿Por qué nos conduce hacia el austericidio?»,se preguntabaFerreras. Y acto seguido nos hicieron una escalofriante comparativa de lo que es el Estado del bienestar en Alemania -que se ha recortado un poco, pero en donde se sigue disfrutando de un gran confort- y lo que es el Estado del bienestar en España. A saber: más de 6 millones de parados, cada 20 minutos un desahucio, y un récord absolutamente esquizofrénico: la economía española destruye, cada minuto, dos empleos. Paralelamente nos han ofrecido la deriva informativa en la que se han instalado muchos medios de comunicación alemanes -como por ejemploDer Spiegel, antaño publicación de reconocida fiabilidad pero hoy estandarte del amarillismo-, que se dedican sistemáticamente ha impulsar una idea que ellos llaman«la mentira de la pobreza». Consiste en pintar al español, al griego o al portugués montado en un burro cargado de millones y añaden como pie de foto:«Los del sur de Europa reciben ayudas como pobres ¡pero viven como ricos!», y, naturalmente, silencian que buena parte de los miles de millones del rescate bancario a España, Portugal y Grecia, ya está de nuevo en Alemania porque era dinero para los acreedores del norte y no para los ciudadanos del sur de Europa.

Al respecto de esta maniobra de la queAngela Merkel solo es el rostro ejecutor, el profesorGay de Liébanale decía el viernes a mi hermano gemelo deTelemonegal(BTV):«Comienza a perfilarse la idea de que se trata de un diseño para transformar España en la China del sur de Europa». Efectivamente: un país con infraestructuras -autopistas, trenes de alta velocidad, aeropuertos-, con mano de obra cualificada, con buena base para que empresas multinacionales vengan a instalarse aquí de nuevo cuando ya estemos en la más absoluta miseria, es decir, cuando hayamos asumido sueldos tercermundistas, y el Estado del bienestar haya sido destruido. O sea, hacer de España lachinatownde la señoraMerkely de los que la dirigen desde la sombra. Lo raro, decía el profesorGay de Liébana, es que el señorRajoyacepte disciplinadamente, servilmente, este aniquilamiento.