tú y yo somos tres

Entre Rato y 'Che' Guevara

FERRAN MONEGAL

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Es errática la trayectoria que sigue Samanta Villar (Conexión Samanta, Cuatro). Sus reportajes, en plan picotazos, parecen buscar solamente un sensacionalismo plano, sin profundidad. Hace unos días quiso impactarnos con los casos, raros, de criaturas adultas que se han aficionado a comportamientos regresivos. Tienen 30, 40, 50 años de edad y, no obstante, cuando están en su intimidad se transforman en bebés, se amorran a una teta y maman como si acabasen de nacer. Son felices regresando al chupete y los pañales. El paisaje era de un patetismo enfermizo y cafre. Esta semana, no obstante, le ha salido un trabajo mucho más interesante. Bajo el título Madera de líder, ha hecho una tournée por distintas Escuelas de Negocio, de Madrid y de Rotterdam, y nos ha enseñado cómo se forman los aspirantes a tiburones de la economía de élite. Muchachos y muchachas que ingresan en estas exclusivísimas escuelas, pagan hasta 45.000 euros por un máster y quieren triunfar por todo lo alto. «Tengo 32 años, ¡y me voy a jubilar a los 40! / Voy a llegar lejos, muy lejos / Primero empresa privada, y luego...¡ministra!», decían algunos y algunas de estos jóvenes aspirantes a masters de la ingeniería económica mundial. Partiendo de estas burbujas exclusivas, dispensadoras de máters caros y de alta gama, van a la búsqueda del triunfo económico más colosal. No hemos escuchado ninguna reflexión sobre el método, la manera, de hacer dinero. El fin en si mismo es ganar. No cómo se gana. Según los directivos de estos centros, «más del 80% de nuestros alumnos encuentran trabajo antes de graduarse». El retrato ha sido meditable. Y Samanta ha tenido, además, un golpe muy bueno al entrevistar paralelamente al ministro Luis de Guindos y al profesor Juan Carlos Monedero. Ha sido un interesante contraste.

El ministro De Guindos la recibió en un hermoso salón del ministerio. Desde una de las paredes les observaba, en silencio, un gran retrato al óleo de Rodrigo Rato. El profesor Monedero la acogió en su pequeño despacho de la Complutense. Pegada a la pared, con chinchetas, la foto de Ernesto Che Guevara. De lo que dijo el ministro, he apuntado esta frase: «No todo lo que es ético lleva a buenos resultados empresariales». De Monedero, esta otra: «Estas escuelas elitistas son centros de reclutamiento entre ellos mismos. Los ricos siempre se juntan». ¡Ahh! Qué manera de ver el mundo tan dispar.

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