La rueda

El diseñador que dijo 'no' a Steve Jobs

JULI CAPELLA

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Se muere tanta gente interesante cada día que no damos a basto. Pero es curioso como ha pasado desapercibida la desaparición de Richard Sapper  (n. 1932),uno de los grandes del diseño mundial. A pesar de su estilo funcionalista y 'high-tech', afirmaba de forma contundente «no hay ninguna diferencia entre función y estética. Nunca he visto a un cliente que aceptase fabricar algún producto que no le gustase». A pesar de su origen germano decidió vivir en Milán y se sentía tan a gusto en esta ciudad, que aunque Steve Jobs quiso ficharlo para Apple, declinó la oferta porque le daba pereza irse a vivir a California. El año pasado confesó haberse arrepentido, pues el actual diseñador cobra 30 millones de dólares al año.

El icono de Sapper es la lámpara de sobremesa 'Tizzio' de 1972, la primera con bombilla halógena, como la de los coches. Llegó a vender más de 150.000 unidades al año y aún está en el mercado. Pero también tuvieron enorme éxito sus portátiles de IBM y después Lenovo. Aunque el objeto suyo más popular es un hervidor. El productor Alberto Alessi explicaba cuan cabezota fue el diseñador, hasta encontrar exactamente la nota musical de silbido que debía emitir el artilugio. Además de perfecto en su volumetría de cúpula, su asa que no se calentaba y su ingenioso sistema de apertura, era vital para él que el sonido fuese armónico. Si no se negaba a dejar fabricarlo. Sapper había empezado estudiando filosofía -«mi profesor me dijo que los objetos podían dar placer»-; y luego economía. Y por eso, aseguraba estar preparado para poder crear: sabía pensar y calcular costes. Su pasión personal fue diseñar una bicicleta plegable muy ligera y eficiente. Y su cruz la fealdad cotidiana, consideraba el calzado deportivo como una horrible lacra de la sumisión al dictado de la moda, en su búsqueda de novedades inútiles, cada vez más ridículas.