Pequeño observatorio

La crueldad de la especie humana

Los humanos tienen la criminalidad como una de las señales de su identidad

JOSEP MARIA ESPINÀS

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A menudo se habla de la especie humana. Evidentemente, la idea de especie es muy válida y habría que felicitar a los científicos -los etólogos- que han trabajado en esta rama de la biología que estudia el comportamiento de los animales. La diversidad de las especies es enorme y la humana es notablemente superior, en muchos aspectos, a todas las demás. Somos una especie que ha evolucionado increíblemente desde la prehistoria. Una especie extraordinariamente creativa, hasta el punto de que ejerce un dominio sobre muchas otras. La especie humana tiene, entre notables características, la capacidad domesticadora.

Pero no es, por definición, una especie pacífica. Los libros de historia están llenos de guerras entre humanos, de crímenes y de violencia. Es una especie que no solo abusa de la fuerza, como ocurre en otras especies, sino que tiene la criminalidad como una de las señales de su identidad. Todo lo que está pasando, ahora, en el este del Mediterráneo es una muestra mayúscula de la capacidad de maldad que pueden tener los humanos.

Naturalmente, esta capacidad no es ha sido adquirida recientemente. Repasamos los libros escolares de historia y contamos cuántas páginas están dedicadas a explicar las guerras. Guerras llamadas, extrañamente, civiles a tantas y tantas guerras de invasión.

Cada día nos llega información sobre matanzas masivas, seres humanos que destruyen templos y monumentos que habían construido otros humanos, imágenes de cadáveres alineados en el suelo, activados explosivos para que mueran hombres, mujeres y niños. Somos la especie humana. Y no hemos dejado de hablar de gestos humanos, de solidaridad humana, de la humanidad que respiran determinadas actitudes o decisiones. Somos una especie caritativa pero también cruel. Y en una antigua canción francesa se hace este lúcido y punzante sarcasmo sobre el ser humano: «Este animal es muy malo... cuando se le ataca se defiende».