Costes y beneficios

ALBERT SÁEZ

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Atribuyen a John Maynard Keynes la advertencia de que ninguna revolución triunfa si las ventajas de la nueva situación no solo superan la actual sino que también absorben los denominados costes de transición. Dicho en plata, cambiar de piso para pagar menos de alquiler solo sale a cuenta si el ahorro compensa el precio de la mudanza y todos los demás gastos sobrevenidos. Esta máxima debería inspirar a los representantes políticos en el asunto catalán. La Diada puso fin al tiempo de la agitación social de una y otra parte. Ahora, es el momento de la política y de sus legítimos representantes. La incipiente fractura en el bloque de los partidos del Parlament (87 diputados) que apoyan la consulta del 9-N se produce entre quienes piensan que el coste de una consulta rompiendo la legalidad será superior a los beneficios de su celebración (UDC, ICV y una parte de CDC). Y quienes -ERC, la CUP y una parte de CDC- consideran que las pérdidas de acatar la decisión del Tribunal Constitucional son inferiores a los beneficios de ralentizar el proceso. Algo parecido sucede en Madrid. Rajoy no tiene duda de que el coste de mantener la tensión es inferior a los beneficios de no autorizar a consulta.

Descarrilamiento

Lamentablemente, la solución racional no encuentra hueco en la apretada agenda de unos y otros. Mas y Rajoy no van al choque de trenes sino que juegan al escondite para ver quien descarrila primero. De ahí vienen esos halos de misterio. Rajoy tranquiliza con su plan a Rosa Díez y Mas asegura tener un plan b que no puede desvelar. Juegan a corto, a muy corto plazo. Por eso se alteran las aritméticas en los respectivos cálculos. No cuentan los costes y los beneficios a largo plazo sino a corto, a muy corto plazo. Y a largo, el negacionismo de Rajoy es tan costoso para quienes pretende representar como lo pueden ser los atajos de Mas para los suyos.

Me temo que deberían ser más respetuosos con las multitudes inteligentes, en expresión de Gutiérrez-Rubí, las que se manifestaron y las que fueron a la playa. Ningunearlas o instrumentalizarlas tiene un coste inasumible para un nulo beneficio.