Al contrataque

Clarificar

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MANEL FUENTES

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España no es lo que parece. No está tan unida ni es tan facha como algunos promulgan pero tampoco las tensiones entre sus gentes son tan irreconciliables como nos venden los más separatistas.El problema es que en este trozo de mundo llevamos demasiado tiempo sin clarificar posiciones. Sin explicar como nos financiamos. Sin apreciar de facto la diversidad. Sin entenderla como un tesoro a compartir. Sin aplicar la justicia social. Sin dar cancha a las pequeñas y medianas empresas que son legión mientras seguimos favoreciendo a las grandes compañías de siempre engordadas y mantenidas a través del BOE.

Y este es el primer paso a dar: clarificar. Si de verdad sabemos qué y cómo somos, antes nos podremos aceptar y mejorar. Para convivir hay que reconocerse. Y apreciarse.

Si hay un partido de derechas en España que quiere ser moderno, que se manifieste como tal aunque tenga como riesgo decepcionar a la extrema derecha y perder a parte de su cúpula por haber actuado indebidamente. Si hay un partido de izquierdas con voluntad de ser mayoritario y posibilista en vez de populista, debe de tener un modelo de estado alternativo y no solo palabras huecas que terminan siendo un perfume más agradable para el mismo frasco que ya nos vende el PP. Hoy eso ya no es suficiente.

Hay hartazgo, crisis económica y corrupción. Y hoy es más fácil y más lógico decir basta que seguir comulgando con ruedas de molino. Ganar el futuro es urgente porque nos hemos quedado muy atrás. Las instituciones hoy, ya no parecen mecanismos de transformación sino bastiones de resistencia carpetovetónica.

Es evidente que así no vamos bien, como evidente es la resistencia de algunos al cambio. Olvidando que cuando uno no lidera el discurso, siempre hay alguien que lo va a hacer por ti. Nuestras finanzas no aguantan y las familias hacen equilibrios para llegar a fin de mes. Definamos lo que queremos preservar en común y tracemos un plan creíble para poderlo mantener. Quitando lo superfluo. Afrontando la dificultad. Priorizando. Renunciando. Seamos responsables y atrevidos. Y humildes. Un país así sería magnético. Incluyente. Atractivo. Pero mientras no emprendamos este camino, habrá que entender que algunos no quieran formar parte de este inmovilismo que cuece a fuego lento.

Proyecto común

La impresionante consulta catalana ayuda a clarificar. Casi dos millones de personas quieren independizarse. Eso ya lo sabemos. Lo que ahora toca es trabajar para que incluso esos se sientan bien en este estado y sobre todo hacerlo para que la mayoría que no votó siga creyendo en un proyecto común que para pervivir debe cambiar. Ser exigente y responsable. Liderar el futuro.