El cirujano del tenedor

Cuanta mayor es la agresividad en las cocinas y restaurantes que visita, más sube la audiencia dePesadilla en la cocina(La Sexta). O sea que el cocineroChicoteha entendido perfectamente que la violencia, en la tele, da resultados estupendos. En el arranque de su segunda temporada ya hemos visto cómo los dos socios propietarios del restauranteKatay, de Tomares (Sevilla), el italianoGiovanniy el sevillanoBaldomero, llegaban casi a las manos en sus enfrentamientos contínuos. También sus novias se lanzaban como panteras en una guerra sin cuartel por hacerse con el negocio, negocio ruinoso porque ninguno de los dueños tenía ni idea de restauración y además la cocina estaba a cargo de dos benditos orientales que solo hablaban chino. YChicoteirrumpió en este apocalipsis adoptando una postura muy similar a la que adopta el exwaterpolistaGarcía-Aguado enHermano mayor(Cuatro). ¡Ahh! No sabría decirles cuánto hay de guion en estos agresivos paisajes. O sea, cuánto hay de comedia. Pero parece que en esta segunda temporada nos van a ofrecer mucha lucha, muchovaletudoy acritud. El papel deChicotees agradecido: llega para poner paz y concordia, y con su ingénua, naíf y pintoresca vestimenta, interviene no tanto como cocinero impulsor de platos exquisitos sinó como cirujano que repara, a golpes de tenedor, esos disparatados, ruinosos y bélicos estable cimientos de comidas.

LEY DE COSTAS, SEGÚN TVE .-Parece que hasta la abnegada presentadora delTelediario,Ana Blanco, se ha quejado de cómo monta TVE los reportajes que ilustran su informativo. Efectivamente. Ya hemos visto el trabajito que confeccionaron acerca de la aprobación de la nueva Ley de Costas. Primero nos dieron, con todo detalle, imágenes de los representantes de Greenpeace encaramados en el tejado del Congreso. Y seguidamente nos pusieron entusiásticas declaraciones de miembros del Gobierno, y corifeos adjuntos, glosando la bondad de la nueva Ley de Costas que reduce la franja no edificable de 100 metros a 20 metros de la orilla. Y listo. A otra cosa mariposa. O sea, que la información que de TVE hemos recibido es que los de Green peace se subieron al terrado del Congreso por causas desconocidas. De los motivos de su acción, de su discrepancia con la nueva ley, ni pío. No les dieron voz. Silenciados. ¡Ahh! Eran solo deportistas aquejados de un arrebato de alpinismo.