tú y yo somos tres

Cinco lobitas 'cheerleaders'

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Faltaba todavía un minuto para que acabase el capítulo de El Príncipe (T-5), y ya nos incrustaron en la pantalla a las cinco señoras de Hable con ellas comiendo palomitas. Consiguieron con esta estrategia arrancar su debut con los 5 millones de personas que estaban viendo El Príncipe.  ¡Ah! Es un método, una colonización, que solo a productoras como La fábrica de la tele permiten, una empresa muy esencial y muy deluxe para Tele 5. Cinco señoras con pretensiones de panteras han irrumpido en el late night. A medida que transcurría el programa hemos visto que no eran panteras. Eran lobitas buenas, alegres y espumosas, con aire de cheerleaders. Primero una entrevista a Hiba Abouk, la Fátima de El Príncipe. O sea, sinergia publicitaria con el producto de mayor audiencia que tiene ahora mismo Tele 5. Simultanearon este espot publicista con Celia Villalobos, la vicepresidenta del Congreso, que la tenían en el plató, pero aparcada en una silla. Le ofrecieron unas zapatillas para que la espera fuese más confortable. Luego, cuando se hubo marchado Hiba Abouk, le hicieron a doña Celia una entrevista. Las cinco lobitas comenzaron con ganas. Hasta parecía que mordían. Pero enseguida demostró la señora Villalobos que, como su nombre indica, ella era la auténtica loba del plató. El rol que se repartieron las lobitas cheerleaders, al menos en este debut, fue acomodaticio. Sandra Barneda ejerció de organizadora y líder. Yolanda Ramos, nuestra preferida, imprimió un ritmo entre guerrero y garbancero muy entretenido. Beatriz Montañez adoptó un aire sugestivo: mitad india apache, mitad criatura desgajada de aquella generación beat de Jack Kerouak y compañía. Natalia Millán estuvo ausente; confiamos en que el próximo martes debute. Y la vistosa norteamericana Aly Eckmann, a quien recordamos de Un príncipe para Corina, estuvo todo el rato distraída haciendo posturitas. Se animó cuando nos presentó -y ordeñó- a su vaca Valentina. Y también se excitó cuando nos ofreció «¡El primer reportaje de mi vida!», que fue un encuentro con doña Esperanza Aguirre a la que hizo dos preguntas definitivas. Una: «¿Dónde ha comprado sus zapatos?» «En Menorca. Son Pretty Ballerinas». Y dos: «¿Y este broche? ¡Me encanta!» «También en Menorca. Es una mariquita. Trae suerte en primavera».

Si el éxito es la audiencia conseguida, parece que la primavera -y El Príncipe- ha sonreído a estas cinco espumosas lobitas cheerleaders.