El 'chico malo' se enfurece en Peralada

Seguramente fue algún diablo el que decidió montarle gratis una escenografía al buen 'chico malo' que es Xavier Sabata en su concierto en el Festival Castell Peralada. El contratenor anda ahora metido en el papel de Orlando, el enfurecido personaje creado literariamente por Ludovico Ariosto en el siglo XVI, y recreado musicalmente por Antonio Vivaldi primero (1727), y poco después, por Georg Friedrich Haendel (1733).

Nada más adecuado pues que una exhibición de rayos y un recital de truenos sobre el Alt Empordà, el día 25, que pusieron a músicos y público que llenaba la iglesia del Carme en la mejor disposición para escuchar los enfurecidos arrebatos de indignación y de locura, pero también de impotencia, de alguien que ha sido traicionado por su amada.

Sabata es uno de nuestros jóvenes cantantes más internacionales. Sin embargo, no es fácil verle en los escenarios catalanes o españoles. Y no es porque él no quiera. Aquí, sus apariciones son contadas. El pasado año daba su primer concierto en el Palau de la Música e inauguraba el Festival de Torroella junto a Núria Rial (otra cantante mucho más solicitada fuera que aquí).

Por el contrario, Sabata ha cantado con los grandes grupos especializados en música barroca como Les Arts Florissants que dirige William Christie, Europa Galante (Fabio Biondi), I Barochisti (Diego Fasolis) o Il Pomo d'Oro (Riccardo Minasi) interpertando papeles creados por y para los más célebres castrados del barroco. En Peralada le acompañaba el grupo Vespres d'Arnadí que dirige Dani Espasa.

Sabata está construyendo una carrera bien ajustada a las posibilidades de su voz de contratenor contralto. Su CD titulado 'Bad Guys' contenía una colección de arias cantadas por 'malos' de Haendel, como el Tolomeo de 'Giulio Cesare' o el Polinesso de 'Ariodante'. El siguiente paso fue 'Tamerlano', también de Haendel, por el que el contratenor mereció elogiosas críticas tanto en el escenario (en versión de concierto), como por la grabación. Decía el crítico de 'The Guardian' que Sabata convierte a Tamerlano en "el más pérfido y peligroso de los psicópatas".

La siguiente parada profundiza en la misma línea. Ahora Sabata se concentra en 'Orlando', la ópera también de Haendel que representerá escenificada en Friburgo (Alemania) el próximo noviembre. Como anticipo, el contratenor centró el concierto de Peralada en una especie de viaje alrededor del personaje titulado 'Furioso, o rere les passes d'Orlando'. Su voz trasmitía todo el cabreo destructivo del paladín de Carlomagno ante la fuga de su enamorada, la princesa pagana Angelica, que prefiere a un príncipe africano.

El conjunto de Espasa también sacó toda la furia de sus instrumentos. Por ejemplo en 'Ah! Stigie larve' las cuerdas, primero las más agudas a las que se suman después las más graves, arroparon con su creciente impetuosidad la furia del cantante. En su viaje alrededor del personaje enloquecido, Sabata incluyó una aria del 'Orlando Furioso' de Vivaldi. Resultó interesante constatar la distinta musicalidad del sajón y del veneciano que eran contemporáneos.

En el bis que ofreció Sabata cambió de registro, aunque siguió con Haendel. Ofreció 'Cara sposa, amante cara', el hermosísimo y lírico lamento del protagonista de 'Rinaldo'.

Durante le concierto, a Sabata le traicionaba, en el mejor sentido de la palabra, su formación teatral. El contratenor no se limita a cantar. Interpreta con la voz, con el gesto, y con la intencionalidad que da a la música y a las palabras. Por ello se entiende que cuando anuncia que dará 12 representaciones escenificadas de 'Orlando' en Friburgo desparezca aquella mirada enfurecida para mostrar unos ojos de chico bueno con zapatos nuevos. Pero antes le espera una gira de conciertos por EEUU, además de varias ciudades europeas.