Cerdeña

El aislamiento de las poblaciones explica algunos carácteres típicos de los sardos

PERE PUIGDOMÈNECH

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Si navegamos hacia Levante y dejamos las Baleares atrás, llegaremos a Cerdeña. Su población ha pasado por varios periodos históricos, incluyendo la dominación catalana y la española, pero ha mantenido una fuerte personalidad en su lengua y sus costumbres. El aislamiento típico de las poblaciones insulares hace que sus habitantes tengan unos caracteres genéticos particulares. Un nuevo análisis de más de 2.000 genomas de sardos nos explica, por ejemplo, por qué son más bajos.

Se trata de tres estudios publicados en la revista Nature Genetics y que han liderado grupos de investigación de Cerdeña y de la Italia continental. Los resultados demuestran que analizar poblaciones que han estado aisladas durante largas épocas permite revelar nuevos caracteres. Así, el análisis de los genomas ha encontrado varias razones para explicar por qué ciertas personas tienen índices de colesterol más altos. Ya se sabía que donde ha habido malaria, como en ciertas zonas de Cerdeña, se acumulan unas formas de las proteínas que transportan el oxígeno con un cierto efecto protector frente a la enfermedad, pero que también dan lugar a un tipo de anemia, la talasemia. Los resultados demuestran que hay variantes de genes de estas proteínas de la sangre que están relacionadas con cómo se acumula el colesterol.

Otra de las cuestiones analizadas es por qué la población sarda se cuenta entre las más bajas de Europa. En el grupo analizado se observaron dos variantes de genes que ya habían sido relacionados con la estatura. Podría ser que los primeros pobladores de Cerdeña fueran bajos, pero parece más bien que los genes han sido seleccionados para favorecer las tallas bajas. De hecho, los animales que viven en islas suelen ser más pequeños y se ha propuesto que es porque en ellas los recursos son a menudo limitados. Esto haría que en Cerdeña, al contrario que en otros lugares, la gente de pequeña estatura, más económica, sería más atractiva.