LARGO PLAZO

Bankia y la soledad de Mafo

OLGA GRAU

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Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha visitado esta semana el Cercle d’Economia en Barcelona. El que fue gobernador del Banco de España entre los años 2006 y 2012 ha roto su silencio después de cuatro años y ha presentado el libro ‘Economistas, políticos y otros animales’ con el que pretende ofrecer su particular relato del momento más agudo de la crisis financiera y dar consejos sobre cómo mejorar el oficio de político y las instituciones. Pero aunque Fernández OrdóñezMafo como se le apodaba en los círculos financieros y periodísticos, conoce efectivamente mejor que nadie cómo se engendró la crisis, el libro no es una revelación sobre lo que ocurrió durante esos años. Tampoco contiene ni siquiera una aceptable dosis de autocrítica.

Él era gobernador cuando la burbuja financiera llegó a su punto álgido y cuando las cajas de ahorros empezaron a ahogarse en el crédito concedido al ladrillo sin ningún tipo de control. Como máximo responsable del regulador bancario, bendijo la fusión de siete cajas quebradas que dieron lugar a Bankia, y también autorizó su salida a bolsa en julio del 2011. Se colocaron acciones a 3,75 euros (el viernes Bankia cerró a 0,91 euros) a 347.000 accionistas, de los que un 60% eran pequeños inversores. La mercancía que se endosó a los ahorradores resultó  ruinosa, cuando un año después, en mayo del 2012, se destapó un agujero de 23.465 millones de euros.

Mafo no fue el único responsable. Jugaron su papel supervisores y políticos de todos los colores: el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, la ministra de Economía Elena SalgadoMariano Rajoy en la oposición, el presidente de la CNMV Julio SeguraRodrigo Rato en la presidencia de Bankia, y un largo etcétera de poderosos. Una operación de Estado que se ha silenciado.

Cuatro años después, la Audiencia Nacional investiga la salida a bolsa de Bankia y cuenta con un informe realizado por dos peritos del Banco de España que consideran que el folleto de salida a bolsa era un engaño. Por la vía civil, el Tribunal Supremo ha fallado esta semana que Bankia debe devolver el dinero a los inversores porque efectivamente sí hubo estafa.

El pasado jueves, en el Cercle d’Economia, poco más de una treintena de personas acudieron a la presentación del libro, a  cargo de Antón Costas, del que antaño había ejercido todo el poder en el sector financiero en España. Un puñado de periodistas, el exconseller de Economia Andreu Mas-Colell y el presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, miembro del Cercle, junto con algunos académicos. La soberbia no permite reconocer errores. Pero la soledad es evocadora.