Banda sonora futbolística

Artículo 416. El otro día un amigo me invitó a su casa a ver los cuartos de la Copa del Rey entre Barça y Atlético de Madrid. Además me aseguró que en aquella cita encontraría un artículo. Me entusiasma cuando alguien me comenta que en un lugar o en una historia hay un artículo. Me encanta descubrir si realmente es verdad. Fui y había seis personas más y justo empezó el partido y descubrí  que... Casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.

Tercer puesto: Hacia el infinito de Jane Hawking (Lumen). Un libro donde descubres la persona que lucha junto al científico. Absolutamente inspirador.

Segundo lugar: Corazones de acero. Creo que el título original, Fury, resume a la perfección lo que es este peliculón. Habla de todo lo que somos y lo que impulsa nuestros miedos. Magistral.

Primera posición: Grandes éxitos de la música de cine (Palau de la Música). Uno de esos espectáculos que hacen que tu esófago dé saltos de felicidad a ritmo de John Williams.  Impecable la pasión de los trompetistas.

Y volviendo al partido. Lo que descubrí es que la casa donde veíamos el encuentro estaba justo delante del Camp Nou. Y nos llegaban los gritos del campo casi 10 segundos antes que en el televisor, avisándonos de que algo pasaría. Pero en lugar de quitarle emoción, tenía el triple y activaba la imaginación .

Y es que cada grito que emitía el público tenía infinidad de matices que debían interpretarse internamente. A veces un «Ohhhhh» llegado desde el otro lado de la calle podía significar un fallo de un jugador, una falta, una tarjeta mal sacada o algo más.

Era como escuchar la banda sonora del partido con adelanto pero con un pálpito extraño que provenía del alma de esos 80.000 espectadores. Un amigo dijo: «La vida debería ser igual, un grito interno que te avisara 10 segundos antes qué podría significar lo que vas a hacer y entonces deberías interpretarlo y decidir...»

Allá estaba el artículo, efectivamente... ¡Feliz domingo!