La larga caminata de Mariano Rajoy

El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, acompañado de su equipo en la ronda negociadora

El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, acompañado de su equipo en la ronda negociadora / periodico

JOAN TAPIA

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Seamos realistas. Creo que el balance económico de Mariano Rajoy merece el aprobado, no así el político caracterizado por la falta de diálogo. Pero tras los resultados de las elecciones del 26-J, en los que logró 700.000 votos suplementarios (respecto al 20-D), 14 escaños más y aumentó su ventaja sobre el PSOE a 52 diputados, lo más sensato sería un gobierno PP-Ciudadanos.

Esta lejos del ideal de mucha gente y chirría tras el 'caso Barcenas', pero las urnas han dado 169 diputados al PP y Ciudadanos y sólo 156 al PSOE y Podemos. Sería un Gobierno que podría gobernar, pero con fuerza relativa porque le faltarían siete escaños para la mayoría absoluta por lo que estaría obligado a negociar mucho.

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Pero 137 diputados no dan derecho divino a sumar los 32 de Ciudadanos, ni a exigir la abstención del PSOE. Ser el primer grupo sólo da derecho a negociar y pactar para lograr el apoyo de 176 diputados o sumar mas votos positivos que negativos. Y Rajoy no ha trabajado. O al menos lo ha hecho menos que Aznar que en el 96 con 156 diputados corrió a ver a Pujol (entonces la bisagra posible) y dijo hablar catalán en la intimidad. Los resultados se supieron la noche del 26-J y era evidente que el PP necesitaba a Ciudadanos. Pero la reunión con Albert Rivera sólo se produjo el 12 de julio. !16 días despues! Raro si había urgencia.

Dice querer una gran coalición, pero no ofreció al PSOE ni que Patxi López siguiera presidiendo el Congreso. !Ni ha peguntado a Angela Merkel qué es una gran coalición!

E insinúa que no se presentará a la investidura si no tiene garantizados los votos. Dice que lo fundamental es formar Gobierno, no la votación de investidura, pero oculta que sin ese paso no empieza a correr el plazo para intentar otro Ejecutivo (no tiene el monopolio) o convocar elecciones.

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¿A qué juega? Da la sensación de que no quiere negociar y pactar sino imponer. Dice que hay urgencia, pero sólo ayer, un mes y una semana despues de las elecciones, se produjo "un primer paso en una larga caminata" (Rajoy dixit). Difícil creer que sea sólo culpa de Rivera.

Y ayer añadió que si Pedro Sánchez no cambia de criterio, habrá terceras elecciones. El futuro nadie lo conoce pero el líder del PSOE (que tiene mucho lío interno) debe ir con cuidado. Los 85 escaños del 26-J  implican trabajar en una alternativa creíble y que la oposicion -esencial en democracia- no quede en manos de Podemos.

Es Rajoy el que si quiere votos debe convencer. El jefe de la derecha se equivoca si cree que al final podrá forzar la conducta de Rivera y Sanchez. ¿Si lo fundamental es formar gobierno por qué votó el PP en primavera contra el pacto Sánchez-Rivera, que tenía entonces mas diputados?

Rajoy -u otro lider del PP- debería formar Gobierno, pero no por la presión poco autorizada de quien ha gobernado cuatro años sin acordar nada, sino del pacto parlamentario libremente negociado. Y urgencia hay. Dos datos de ayer. El índice mundial PMI que mide la actividad económica en muchos países se ha situado en julio en el 51,4 para España, todavía en terreno positivo (encima de 50) pero el peor en 31 meses. Y el Indice de Confianza del Consumidor del CIS está en julio en 94,8 (el 100 es el punto medio) muy por debajo del 105,6 de hace un año y del 107,4 de diciembre.

Hay urgencia, repetir elecciones por tercera vez sería -lo ha dicho el presidente en funciones- una verguenza pero la parsimonia en "la larga caminata" indica que Rajoy puede estar lanzando un órdago: o sumisión a fuego lento, o nuevas elecciones. En la creencia de que entonces tendría mejores resultados. Cuidado porque Podemos daba por seguro el "sorpasso" pero si así fuera no sería ya una verguenza sino una "jugada maestra".