El amor de un asno es eterno

Los políticos no paran de salir en la tele buscando, otra vez, nuestro voto; y en Cuatro han estrenado una nueva edición de 'Granjero busca esposa'. O sea, parece que hemos venido a este mundo a buscar frenéticamente aquello que no tenemos. ¡Ah! No hemos aprendido nada de los genios. Pablo Picasso solía decir: «Yo no busco, encuentro». De los granjeros de Cuatro a mi canario flauta Papitu le interesan dos. Uno es Sigifredo, un muchacho de 24 años cuyo gran atractivo -más que él- es su mamá, doña Guadalupe. Es una señora muy desenvuelta que se pone delante de la cámara y advierte: «Estoy divorciada. Aprovecho el programa para ver si me sale algo. ¡Aquí estoy!». ¡Ah! Este aviso a navegantes demuestra que la que busca granjero es ella. El otro concursante es Lander, un joven muy singular. Su madre le dice continuamente: «¡A ti, quien te ha hecho un hombre de verdad es Rebeca!». ¿Y quién es Rebeca? Pues Rebeca es una vaca por la que Lander siente un amor enorme. Él mismo lo confesaba para que no se llame a engaño ninguna posible pretendienta: «Yo tengo dos corazones. En el de la izquierda está Rebeca. En el de la derecha tengo sitio para otra». O sea, quien avisa no es traidor. Este programa ha comenzado con muy poca audiencia. Hay quien dice que lo van a quitar rápidamente. Yo no lo creo. Han puesto al frente de él a Carlos Lozano, y en el Deluxe aprovechan que Carlos está en la nómina, atado, sumiso y al servicio del imperio Mediaset, para ir armando cacao con su ex (Mónica Hoyos) y con su actual pareja (Miriam Saavedra). Logran sesiones de canibalismo muy feroz. O sea, que la audiencia que no consigue Lozano en Granjero..., la compensan con los muchos telespectadores que obtienen en el Deluxe a costa de él, de su actual novia y de su expareja. No me extraña que Lozano salga siempre abrazado a un burrito en Granjero... El amor de un asno es noble y sincero. Eterno.

GRÀCIA: CONTRA LOS INFORMADORES .- Los manifestantes de la batalla de Gràcia gritaban a las cámaras del TN vespre (TV-3): «¡No teniu vergonya de com expliqueu les coses!». Gritos similares también los he escuchado contra otras cadenas. Es un error cargar contra los que enseñan lo que sucede. Linchar al mensajero es una equivocación. Dicho esto: también nosotros, los informadores, deberíamos tomar nota. Analizar por qué en un momento dado cosechamos protestas.