Pequeño observatorio

Ahora resulta que el catalán es españolísimo

Me parece increíble la frase del 'conseller' de Cultura de que "la cultura catalana siempre será españolísima"

El 'conseller' de Cultura, Santi Vila.

El 'conseller' de Cultura, Santi Vila. / periodico

JOSEP MARIA ESPINÀS

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El diario 'El País' publicó hace unos días una entrevista con el 'conseller' de Cultura, Santi Vila. Y la frase que destacó el diario me parece increíble. Hago un punto y aparte porque merece ser destacada. «La cultura catalana siempre será españolísima». Confieso que me sorprende y que no lo veo claro.

¿Es que cuando se convoca un concurso literario en lengua española en Madrid, en Toledo o en Burgos, se aceptarán originales escritos en lengua catalana? Algún aspirante al premio puede quedar francamente desconcertado después de haber leído esta entrevista con el 'conseller'.

Por otra parte, en el mundo de la literatura no es aplicable el 'Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando'una sentencia popular histórica y previsiblemente falsa.

También es aleccionador lo que explica Andreu Pujol Mas en un artículo. «Incluso el académico Juan Pablo Fusi, catedrático de la Complutense de Madrid, cuando analiza la historia cultural de España del siglo XX, habla de la cultura catalana como una realidad independizada».

Como si en otros tiempos la cultura catalana no tuviera una entidad propia. Como si la lengua catalana no se manifestara ya en el siglo XV con unas obras que hoy son consideradas clásicas. No creo equivocarme si digo que la lengua catalana ya existía antes de que se constituyera España. Y ahora nos dicen que la cultura catalana siempre será «españolísima».

El futuro lo ignoro, y solo sé que no lo creían así, aunque lo deseaban, los que en 1715 prohibieron el catecismo en catalán y, sucesivamente, el catalán en la escuela, en la iglesia, en los teatros, en las notarías... Y me pregunto, ¿cómo habrían podido practicar esta represión si hubieran creído en la españolidad de Catalunya?

Los superlativos siempre me han incomodado mucho. Españolísimo, catalanísimo, excelentísimo, importantísimo... El general Franco se inventó el vanidoso título de 'Generalísimo'.