¿Ficción, no ficción? Literatura

Hace pocos días comentaba el hecho de que hay periodistas que publican libros de excelente calidad literaria. También se produce un fenómeno complementario: autores de buenos libros que se adaptan perfectamente al formato de un artículo:Pairolí, Pàmies, Monzó, Mira, Teixidor...Los cito como ejemplo.

Alguien lo puede encontrar normalísimo: «Al fin y al cabo todos son escritores». Yo me defendería diciendo que tantoBeethoven comoWagner son compositores, y que es difícil que los autores de canciones sepan escribir óperas. Y a la inversa: no todos los compositores son aptos para escribir una acertada melodía paraFrank Sinatra.

Más de una vez me he encontrado con alguien que me dice: «Como tú escribes, podrías hacerme un texto para...», y no han entendido que me resistiera. Quizá sí podría hacerlo, basándome en el oficio, pero yo sé que, escribiendo a disgusto sobre aquel tema, el resultado no me habría satisfecho.

O sea que, en mi opinión, es un hecho notable que unos escritores que hasta ahora eran calificados «de libro» redacten con acierto un artículo periodístico, y que el periodismo de investigación pueda concretarse en libros de alta calidad narrativa.

En catalán hay algunos precedentes de múltiples capacidades, yJosep Maria de Sagarra es un ejemplo excepcional de ello. Autor de novelas-Vida privada-, de obras de teatro, de grandes poemas y de magníficos artículos. Hay escritores de una sola cuerda y escritores polivalentes. Y en los dos campos los hay mediocres y magníficos.

Pero volviendo a la coalición de literatura y periodismo, me parece que es un fenómeno que se ha acentuado en nuestro tiempo, y que la tendencia seguramente arraigará.

Mi editora dice a menudo que, a su entender, la literatura periodística apunta al futuro. Que la calidad constructiva y narrativa de un libro -también en obras de ficción- es deudora del moderno periodismo.

Es evidente que siempre habrá libros buenos y libros frustrados, y que no hay ninguna receta mágica para que un autor se asegure la calidad, y tampoco el éxito.

Pero la rareza que supusoA sangre fría,deTruman Capote-que inició la modalidad narrativa llamada no ficción, basada en la reconstrucción novelística de hechos documentados- ya no es una rareza. Cada vez tiene más ejemplos de calidad.