Perlas del papel

¿Testosterona, Poleo o Cazalla Party?

División de opiniones en la prensa de derechas sobre qué debe hacer el PP

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XAVIER CAMPRECIÓS

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Esto va hoy del Tea Party, del Testosterona Party, del Poleo Party y del Cazalla Party. La prensa conservadora madrileña evocaba ayer al facherío y al PP a cuenta de la consagración electoral de la ultraderecha de Estados Unidos.

Ricardo de Querol(El País) trazaba por elevación el imposible paralelismo entre ultras castizos y yanquis al reflexionar sobre la pedófila fanfarronería deFernando Sánchez Dragó: «El Tea Party español no es conservador y beato como el que irrumpe en Estados Unidos(...)Aquí surge el posaznarismo, una derecha que se dice 'sin complejos', [dispuesta] a romper consensos sin miedo de ser tachada de sexista, xenófoba o insolidaria; azote de templados y amiga de la descalificación simplificadora. Ahora recorre platós, micrófonos, periódicos y redes sociales una ola de comentaristas bravucones, rebosantes de testosterona». Descripción en la que podría encajar el editorialista de El Mundo, el único diario que osó -ni La Gaceta, oiga- asimilar las elecciones legislativas de EEUU con las de España en un texto titulado Lecciones para Zapatero de la derrota de Obama, que ahí impera eltodo vale.Abc no estaba para frivolidades eIgnacio Camacho escribía: «Desde que el aznarismo perdió su rumbo moderado para involucrarse en una deriva seguidista de los neoconservadores americanos, en la derecha española no han dejado de surgir intentos de desestabilizar el único discurso que ha sido capaz de (...) [lograr]la única mayoría absoluta no socialista en 30 años de democracia (...)Las emulaciones más o menos sucedáneas del Tea Party solo conducen a la favorable agitación del espantajo retrógrado».Disentía Carlos Dávila (La Gaceta): «Lo sucedido en EEUU va a traer cola. Allí y aquí. (...) En un país como el nuestro, en el que el Gobierno se cree el único Estado pateando a la gente, el fenómeno Tea Party puede tener mucho fan. El PP sería estúpido si lo echara en saco roto. Va a dar que hablar. Es lo contrario a Zapatero. Con eso basta». Y su diario se aplicaba: Los antisistema amenazan con quemar iglesias en la visita del Papa, titulaba en primera. ¿Pruebas? Comentarios en la red, según fuentes de la seguridad del Estado, y una viñeta de una revista marginal en la que se lee: «La únika iglesia ke ilumina es la ke arde». Qué cruz, Señor.