El amor contra la catástrofe

Llegado el momento, si hay justicia en el mundo -en el del cine, al menos-, Makoto Shinkai será tan venerado en el ámbito de la animación japonesa como Hayao Miyazaki lo es hoy. Para darse cuenta no hay más que ver 'Your name', una historia de amor de las que derriten convertida en antídoto de una arrolladora tragedia.

Todo empieza cuando un muchacho de Tokio, Taki, despierta atrapado en un cuerpo que no es el suyo. No tarda en descubrir que es el de una colegiala de campo llamada Mitsuha. Inmediatamente después, vemos a Mitsuha despertar atrapada el cuerpo de un chico: Taki, por supuesto. Aunque al día siguiente ambos parecen haber recuperado sus respectivas anatomías, el intercambio no tarda en repetirse una vez, y luego otra, y otra más.

Tras el shock inicial, empiezan a habituarse al extraño fenómeno -aunque cada vez que él está dentro del cuerpo de ella, no puede dejar de tocarse los pechos-, y a medida que van compartiendo sus vidas y comunicándose a través de una app del móvil, empiezan a intimar en la distancia.

Mientras ilustra ese proceso alternando voces en off y hábiles trucos visuales, Shinkai nos habla de los problemas de identidad propios de la adolescencia y de la sensación de alienación que provoca enamorarse, especialmente la primera vez.

Con el tiempo, Mitsuha y Taki deciden que es hora de conocerse cara a cara. Pero un día, de repente, los intercambios corporales cesan. Justo entonces un cometa cruza el cielo de Japón, y ello desencadena una miríada de giros argumentales que nos recuerdan la comprensible preocupación de la sociedad nipona por la destrucción masiva -las heridas causadas por el tsunami y el terremoto del 2011 siguen abiertas-.

CONTRA EL TIEMPO Y EL DESTINO

'Your name' deja de ser una luminosa comedia juvenil para convertirse en una mezcla de cataclismos cósmicos y misterios existenciales, y toda la melancolía que Shinkai había mantenido en los márgenes del relato cobra protagonismo. Y a medida que eso sucede la película gana en grandeza visual y capacidad para apabullar con erupciones de luz y color y paisajes mutilados cuyo resplandor exuda nostalgia y anhelo.

Mientras empuja a Mitsuha y Taki a una encarnizada batalla contra el tiempo y el destino, Shinkai evoca con precisión nuestro miedo a perder y luego a olvidar a aquellos que queremos. Nuestras vidas acumulan encuentros demasiado breves y finales demasiado abruptos, y demasiados sueños que la realidad trunca. Pero, siempre, algo queda. Y 'Your name' captura ese algo. Por eso nos dejará con cara de bobos hasta mucho después de salir del cine.