ARTE

La exposición a seis manos de Miró, Cramer y Éluard

La Fundació Miró 'À toute épreuve', una pieza fundamental en la obra del pintor catalán

La Fundació Miró muestra 'A toute épreuve', que está considerado el libro de artista más bello del siglo XX

lo+ MIRÓ, CRAMER Y ÉLUARD, A 6 MANOS lo-_MEDIA_1

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NATÀLIA FARRÉ

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Es un libro de artista. Y es un libro de artista fundamental en la trayectoria de Joan Miró. Además de ser uno de los libros de artista más bellos y sorprendentes del siglo XX. ¿Pero qué es un libro de artista? "Hacer un libro de arte no es lo mismo que ilustrarlo. Ilustrarlo es siempre una cosa secundaria. Lo importante de un libro de arte es que tenga toda la dignidad de una escultura trabajada en mármol". Así le explicaba el creador catalán al editor suizo Gérald Cramer, en una carta fechada el 19 de junio de 1948, cómo veía el encargo que este y Paul Éluard le habían hecho: reeditar, como libro de arte, por supuesto, 'À toute épreuve'. Un poemario publicado por el poeta francés en 1930 después de que su esposa, Gala, lo abandonara para largarse con Salvador Dalí.

El original fue un opúsculo de apenas cuatro hojas publicado en las Éditions Surrealistes de André Breton. El resultado de la colaboración de los tres creadores, lo dicho, es un bello libro de 80 páginas y grandes dimensiones realizado a seis manos. Unos decidieron la tipografía y la distribución del texto, el otro pensó las imágenes, para que al final texto y figura fueran todo uno. Un objeto matérico pensado para ser tocado y palpado antes de ser leído y visto. De ahí el carácter escultórico que buscó Miró, por entonces, en 1948, muy metido en las tres dimensiones. Y de ahí, también, que el autor de las 'Constelaciones' optara por una técnica nueva para él: la xilografía.

OBRA PÓSTUMA PARA EL POETA

Utilizó planchas de cerezo, de boj (siete tipos diferentes) e incluso una de olivo. En total 233 matrices que son por ellas mismas esculturas. Parecen construcciones de los años 30. Lucen en una pared (no todas, una selección) de la Fundació Miró en la exposición que el centro dedica a la construcción, que no producción, del libro. Están también las maquetas y, por supuesto, todas las páginas del volumen desplegadas ocupando la sala octagonal de la institución. Así como un montón de documentación.

Incluso el catálogo de la presentación del libro ya acabado en París y Ginebra. La tirada fue de 130 ejemplares, todos firmados por Miró. Éluard no pudo hacerlo. À toute épreuve se terminó en 1958, 11 años después de su inicio. El retraso fue culpa de la xilografía, una técnica exigente que alargó el proceso de realización y que impidió que el poeta, muerto en 1952, viera el resultado final. Conseguir un ejemplar se antoja imposible por exclusividad y precio, pero verlo, resulta fácil y mucho más asequible. Hasta el 2 de julio.