PRESENTE CON PASADO

Restaurantes históricos renacidos

Varios restaurantes emblemáticos de Barcelona recuperan la vitalidad con sus nuevos dueños

Restaurantes históricos renacidos

Restaurantes históricos renacidos / periodico

Ferran Imedio

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Cada día se abren y cierran restaurantes en el tiempo que se tarda en hacer una tortilla. Así que son pocos los históricos que sobreviven al frenesí 'gastro'. Algunos de estos lo han pasado mal y han cambiado de manos manteniendo el nombre porque sigue siendo un reclamo potente. En los últimos meses, son varios los establecimientos que se han relanzado con savia nueva. Si los más viejos del lugar volvieran por allí, celebrarían estos laureles reverdecidos.

La Dama (Diagonal 423-425), uno de los restaurantes más distinguidos de finales del siglo pasado, estuvo cerrado más de un año y regresó en el 2016. Ahora funciona como restaurante, pero también como club social y coctelería, ubicada en el vestíbulo modernista. Maderas nobles, terciopelos… Allí sigues sintiéndote como en casa de un potentado barcelonés. Porque es un piso.

La carta, que se inspira en un bistrot, incluye propuestas clásicas con toques de modernidad controlada y guiños a otras latitudes. El pan artesano, las mermeladas caseras, la mantequilla francesa, los quesos artesanales y las aceitunas traídas de Sicilia hablan del gusto por el detalle de este local.

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Acaso el ejemplo más mediático sea Casa Leopoldo (Sant Rafael, 24), por lo que fue y por quienes lo han recuperado, los cocineros Romain Fornell (una estrella Michelin por Caelis) y Òscar Manresa (Torre d'Alta Mar). Más que la carta de antaño, han recuperado el espíritu del emblemático establecimiento del Raval. Eso sí, el rabo de toro (es de vaca) sigue luciendo igual que los azulejos y los carteles taurinos que tanta personalidad daban al interiorismo.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/0\/6\/1501610125960.jpg","author":null,"footer":"La terraza de La Donzella, en la playa de Badalona."}}

Más cerquita de la playa, mejor dicho, en la playa, La Donzella (paseo Marítimo, s/n, de Badalona) ha renovado, ampliado y mejorado la carta. Había sido durante años club de playa, discoteca, restaurante... Y salvo la discoteca, lo demás sigue más o menos como cuando empezaron, en los años 60. La familia Fonollar, que cedió la gestión de la parte gastronómica a una empresa en 1996, retomó los fogones hace unos meses y lo que hasta no hace mucho eran bocadillos, ensaladas y arroces ahora es una carta más completa y típicamente marinera que se puede degustar en la sala o en la terraza, plantada en la arena. Unos arroces que, en días laborables, se pueden pedir para una sola persona.

Cuenta con una zona de 'chill out' en el primer piso, junto a las casetas de los bañistas, y cada noche se anima con un pinchadiscos, música en directo o espectáculos variados como monólogos. En noviembre, lanzarán propuesta gastronómica más ambiciosa y elaborada en el primer piso, donde estuvo la discoteca.

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En la montaña del Tibidabo se halla La Venta (plaza del doctor Andreu, s/n). Este local de estilo modernista lleva abierto más de 110 años, pero no ha sido ajeno a las crisis. De hecho, en el 2012 a punto estuvo de cerrar. Pero Lluís Vinyes se hizo con él y lo reflotó con una carta de cocina mediterránea clásica que se marida con los vinos que ha seleccionado Quim Vila, de Vila Viniteca.

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/6\/2\/1501610126026.jpg","author":"JOAN PUIG","footer":"Una de las salas del restaurante Els Quatre Gats."}}

Otro que derrocha efervescencia es Els Quatre Gats (Montsió, 3). Ubicado en los bajos de un edificio de Puig i Cadafalch, está celebrando desde hace meses que ha cumplido 120 años (abrió el 12 de junio de 1897) con un sinfín de actividades. Entre esas paredes embellecidas con cuadros de Casas y Rusiñol, entre otros maestros del pincel, se montan exposiciones de pintura y fotografía, y se celebra la hora del cuento solidario (el dinero recaudado por ver cómo personalidades de distintos ámbitos leen un relato en público va a obras benéficas).

También ha acogido una cena de gala multitudinaria y un concurso literario de relatos cortos, y tiene pendiente organizar otro de dibujo en otoño. Quien vaya a comer encontrará recetas tradicionales y, según a qué hora, la música de un pianista en la sala principal. Podría compararse Els Quatre Gats con los Rolling Stones: ¡hasta Ronnie Wood estuvo en febrero allí!

CASA DE COMIDAS CON MODERNISMO

Bar Muy Buenas (Carme, 63) cerró dos años. Había nacido en 1924 y murió en el 2014. Pero en el 2016 llegaron el historiador del arte y restaurador Enric Rebordosa y Lito Baldovinos, socios de La Confiteria, Paradiso y Dr. Stravinsky, y lo resucitaron. Experiencia tenían, porque La Confitería también es un local modernista. Lo suyo les costó reformarlo conservando cada precioso elemento del restaurante: ¡un año y medio de obras!

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Ahora es una casa de comidas que nada tiene que ver con las recetas cubanas y palestinas que se ofrecían en los últimos tiempos. Los platos que elaboran Aurelia Teichoa (Disfrutar) y Daniel Martínez (del castellonense Raúl Resino) miran a recetarios como 'La teca', referente de la cocina catalana que escribió Ignasi Domènech el mismo que nació Muy Buenas. Dichosa casualidad.