La ciudad, con los ojos de mi padre

Elena Vilaplana, estudió para actriz y hace un poco de todo.

"Crees que no te entiende, que no tienes nada en común, llegas a pensar que ni siquiera te quiere lo suficiente. Pero claro, eres pequeña. Después creces y te das cuenta de que muchas de las cosas que te gustan te las enseñó él, que muchos de los gustos que tienes los aprendiste de él, que tu autor favorito es el mismo que el de él (aunque creas que lo descubriste por ti misma), que escogiste dedicarte al teatro pero que quien te lo descubrió e hizo amar fue él.

"Él es mi padre, un enamorado de la vida pero sobre todo un enamorado de Barcelona. Cada fin de semana nos llevaba a descubrir un lugar nuevo de la ciudad, sitios de lo más diversos. Algunos, ya ni existen, como el laboratorio de física experimental Mentora Alsina que me impresionó tanto que estudié ciencias. Pero si tengo que elegir un lugar ese es Montjuïc. La exposición del 29 lo tenía fascinado, y donde recuerdo pasar la noche de verano más feliz de toda mi infancia es la montaña del Teatre Grec. A mi padre se le iluminaban los ojos cuando hablaba de Barcelona igual que a mí se me iluminan cuando hablo de él. ¡Gracias, papá!".