crítica

Snowpiercer (Rompenieves), viaje por un mundo congelado

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Estreno: 9 de mayo

Bong Joon-Ho FANTÁSTICO

 Intérpretes: Chris Evans, Tilda Swinton, John Hurt, Song Kang-ho, Jamie Bell, Octavia Spencer • Título original: ‘Snowpiercer’ • Corea del Sur / EEUU • 126 minutos

QUIM CASAS

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Dos de los mejores cineastas surcoreanos de los últimos años, Bong Joon-ho (The host) y Park Chan-wook (Oldboy) unen fuerzas para una propuesta fascinante. Realizada por el primero y producida por el segundo, a partir de un cómic francés, Snowpiercer (Rompenieves) nos sitúa en parajes narrativos y dramáticos similares a los de la novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas y, sobre todo, El tren del infierno, un guión de Akira Kurosawa que filmó Andrei Konchalowski en 1985.

El escenario es un tren en perpetuo movimiento, un arca mecánica (y poco bíblica) en la que, divididos entre vagones que representan las distintas clases sociales, viajan los supervivientes de una catástrofe que ha relegado la Tierra a un espacio totalmente congelado. El filme narra una revuelta que termina en revolución y conciencia de clase: cada vagón que conquistan los sublevados es la representación de una esfera social que ya se ha perdido.

El vigor brutal de las escenas de acción contrasta con la serenidad del discurso ideológico dentro de los parámetros de una producción de envergadura, distribución de los todopoderodos hermanos Weinstein y reparto internacional: el líder de la revuelta, Chris Evans, comparte aún cartel como el superhéroe Capitán América, y Tilda Swinton aporta un toque grotesco de cine de autor europeo. Joon-ho, hábil para la mezcla de géneros y estilos (drama, acción, fantástico, videojuego, cine apocalíptico), compone momentos de especial intensidad como el tiroteo entre vagones en círculo, con las balas rompiendo poco a poco los gruesos cristales que protegen a ricos y pobres de un mundo devastado y de un blanco cegador.