ESCRITOR ENFERMO

La salud de García Márquez es frágil y puede complicarse

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Una semana después de que el premio Nobel Gabriel García Márquez abandonara el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, el hospital de la capital mexicana donde había ingresado el 31 de marzo por «un cuadro de deshidratación y un proceso infeccioso pulmonar y de vías urinarias», la familia del autor de Cien años de soledad, -su esposa, Mercedes Barcha, y sus hijos Rodrigo y Gonzalo- informó ayer en un comunicado que el escritor, de 87 años, aunque está «estable», se encuentra «muy frágil», y confirmó que «existen riesgos de complicaciones relacionados con su avanzada edad».

La nota, que agradece las «muchísimas muestras de cariño» de amigos y medios de comunicación, añade que el autor colombiano seguirá la convalecencia en su casa de México, donde vive desde hace más de 50 años, y pide que se respete su intimidad. También el doctor Jorge Oseguera, que acudió ayer al domicilio de Gabo, pidió, sin dar detalles sobre su estado de salud, que se respete la privacidad de la familia.

Por la noche, una de las hermanas del Nobel, Aída García Márquez, declaraba a Radio Caracol: «Uno quisiera que la gente fuera eterna, que no muriera, pero tenemos que ajustarnos a la voluntad de Dios, como ustedes saben la cosa no es sencilla, la vida tiene su principio y fin, es una realidad y hay que aceptarlo».

El comunicado de la familia llegó después de que medios mexicanos especularan sobre su salud. El diario El Universal, citando «fuentes anónimas confiables», afirmó que su salud «es muy delicada» y apuntó a un pronóstico nada favorable a causa del avance del cáncer linfático que se le diagnosticó en 1999 y que dijo haber superado entonces. La enfermedad habría «invadido otras partes de su cuerpo» afectándole los pulmones, los ganglios y el hígado. El periódico mexicano también destacó que familia y médicos han acordado que no reciba tratamiento oncológico.

Sin embargo, la asistente de Gabo, Mónica Alonso, desmintió la información de El Universal. «Nunca nadie nos ha hablado de cáncer, ni a la familia, ni a nosotros», señaló.