EL BANDOLERO PASARÁ POR EL PIRINEO EN UNA DE LAS NOVELAS DEL ESCRITOR BRITÁNICO

Robin Hood en el MNAC

Angus Donald se documenta en Montjuïc para su serie de novelas

El escritor británico Angus Donald, en el MNAC ante el Pantocrátor de Taüll.

El escritor británico Angus Donald, en el MNAC ante el Pantocrátor de Taüll.

MARTA CERVERA
BARCELONA

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Angus Donald, autor de una aclamada serie de novelas históricas protagonizadas por un Robin Hood nada edulcorado y narradas por el joven juglar que le acompaña, Alan Dale, estuvo la pasada semana en Barcelona en búsqueda de información sobre el Santo Grial. No del original, como un intrépido Indiana Jones, sino que visitó el Museu Nacional d'Art de Catalunya para conocer los frescos de Sant Climent de Taüll, donde esperaba encontrar la representación más antigua que se conoce del Grial en una iglesia románica. Aunque, le aclararon los conservadores del museo, quizá lo sea más la de Sant Pere de Burgal. No hay problema, también está en Montjuïc.

«Nunca imaginé la tridimensionalidad que se conseguía en los ábsides románicos», destacó el autor, que hizo muchas preguntas sobre los frescos. «Es fácil captar el enorme poder que tenía entonces la iglesia con solo mirarlos», añadió.

CATAROS Y TROBADORES / Donald también se interesó por otros exponentes del románico del siglo XII, época en la que transcurrirá su quinta novela, en la que Alan Dale vendrá a los Pirineos catalanes en busca del Grial. «En el valle de Bohí, en la zona que va desde los Pirineos catalanes y abarca el sur de Francia, hubo un renacimiento cultural que me interesa reflejar». Foix y Montsegur son otros de los escenarios del libro en el que Dale descubrirá la cultura galante de los trobadores y un modelo de sociedad muy distinto a la del norte de Europa de donde proceden los protagonistas. «Aquí las mujeres podían heredar y eran halagadas por los trobadores», recuerda.

La vida de Donald ha dado un cambio radical en los últimos 10 años, desde que empezó a planificar la serie de libros que combinan aventura con hechos históricos «lo más veraces posible». Su olfato de periodista, profesión que ejerció en destinos como Afganistán y Paquistán, se mantiene vivo. «Añoro la tensión que sientes al trabajar a mil por hora como joven corresponsal: buscar, pensar, escribir, editar y enviar. Y al día siguiente, más. Ahora mi ritmo es más relajado, pero ya me convenía. No me veía a los 40 años con la misma vida: sin casa, sin esposa, sin hijos y sin dinero». Eso es lo que le hizo regresar a Inglaterra, donde empezó a trabajar de editor enThe Times, un empleo que le dio tiempo para documentar sus novelas.

Hace cuatro años publicó su primera novela,Robin Hood, el proscrito(Edhasa). El segundo título,Robin Hood, el cruzado,llegó en el 2011 y pronto saldrá en España la tercera entrega,El hombre del Rey.Su vida ha cambiado totalmente y, tal y como deseaba, ya no está solo y sin casa. Vive en la campiña, acompañado de su mujer y sus dos descendientes... Emma, de 3 años, y Robin, de 4 meses. En sus ratos libres, cuando no tiene al bebé en brazos, desenfunda una réplica de una espada medieval para practicar. «Solo conociendo lo que cuesta mover un arma tan pesada, de unos cinco kilos, te puedes hacer una idea de cómo eran las luchas». Tras el libro que pasará por el Pirineo vendrán dos más. «Donde uno acaba empieza otro, menos en un caso en el que me he saltado un año, cuando los protagonistas regresan de la primera cruzada por España», explica.