CRÓNICA DE FESTIVAL

Novatos con toda la sabiduría

Whitney, reciente revelación country-soul, reinan en la jornada de cierre del Primavera Club

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JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Con su primer disco, Whitney (no una ni un solista sino un dúo que acabó siendo septeto) han recibido algunas de las mejores críticas leídas este año. En el escenario, las canciones de 'Light upon the lake' aún desprenden más brillo. Desde el inicio con 'Dave’s song', Julien Ehrlich (batería y voz), Max Kakacek (guitarra) y su tropa de acompañamiento enamoraron con su indie-country-soul vivaracho, de inspiración vintage (Bobby Charles, en particular, en el aire) pero en absoluto paralizado por la recreación de glorias pasadas.

Ehrlich es un líder poco común. No solo por pertenecer a la curiosa especie del batería-cantante, sino también por su naturalidad a la hora de departir con el público. Presentó cada canción con gracia, a veces explicando su estructura ("esta es una triste, lenta canción de amor que se transforma en otra cosa", dijo de 'Polly') y otras reflexionando en voz alta y con ironía sobre males universales, como a la hora de introducir 'Follow': "Esta es una canción sobre cómo todos los que estamos aquí vamos a morir algún día. Porque mi abuelo murió". Posdata feliz: "Mi abuela va a volver a casarse". Aplausos.

BOB DYLAN Y NRBQ

En lo estrictamente musical, el concierto fue grácil y rico, y es totalmente cierto lo que se decía: la trompeta de Will Miller vale ella sola por toda una sección de metales. Canciones como 'Light upon the lake', la citada 'Follow' o 'No woman' suenan ya a clásicos modernos, y las versiones elegidas para completar el todavía escaso repertorio fueron deliciosas: 'Tonight I’ll be staying here with you', de Bob Dylan, más la menos conocida 'Magnet' de NRBQ ("Yo soy como un imán / Tú eres como un trozo de madera").

Whitney pusieron el listón muy alto a Porches, quienes tomaron el escenario de Apolo a continuación con su synth-pop nocturno y, al menos en disco, depurado al límite. Empezaron bien arriba, con grandes tomas de 'Glow', 'Hour' y un 'hit' de muchos quilates como 'Be apart'. El Auto-Tune (o mejor dicho, el autoboicot) se hizo luego dueño de la función para emborronar las partes vocales de 'Pool' o 'Underwater' de manera caprichosa.

La jornada del domingo, tercera y última, de este Primavera Club contó además con actuaciones de Yumi Yumi Hip Hop (nueva promesa local pop, punk y acelerada, cuya versión del 'Calgary 88' de Antònia Font volvió a brillar), Gúdar (el grupo idiosincrático de Albert Espuña, aspirante a Daniel Johnston del Baix Llobregat), Mild High Club (grupo de pop ensoñador que a veces miró hacia la sexualidad de Ariel Pink) y Hoops (más pop de ensueño, apropiado para poner música alternativa a películas de John Hughes). Definitivamente, valió la pena cambiar otro domingo de pantuflas por esta tarde-noche de Primavera en otoño.