Pop y trópico en el Fòrum

Actuación del británico Robbie Williams en la primera edición del Hard Rock Rising, en la playa del Fòrum.

Actuación del británico Robbie Williams en la primera edición del Hard Rock Rising, en la playa del Fòrum.

JORDI BIANCIOTTO / SANT ADRIÀ DE BESÒS

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Si el cartel de anoche en el Hard Rock Rising es indicativo de la línea que seguirá la muestra en el futuro, bien podemos comenzar a esbozar bellas metáforas sobre la alianza de culturas que viene, a través de sus estrellas comerciales. El colombiano Juanes, ídolo del sur, y el británico Robbie Williams, vedette del norte (y de los demás puntos cardinales, aunque el mercado estadounidense se le resiste), cruzaron sus destinos en la playa del Fórum, Sant Adrià de Besòs, en la segunda y última jornada de esta debutante muestra de rock, pop y música electrónica.

Sesión tan concurrida como la del viernes, 15.000 personas (cómputo global, 30.000), con un poco menos de calor y una brisa muy agradecida por la afición, en el marco de un Mediterráneo de perfiles tropicalistas. Se benefició de la suavidad atmosférica el emergente grupo barcelonés Thalab, con su propuesta entre sigilosa y ensoñadora, con fibra acústica, que en el contexto del festival podríamos calificar de relajante, aunque va mucho más allá del chill out.

La primera estrella de la noche vino, pues, de un punto quizá excéntrico en el show business global, la patria de la cumbia, Colombia. Aunque Juanes, si bien incorpora ese género en su repertorio, bebe de muchas fuentes, desde el rock (que cultivó, en su facción hard, con su grupo juvenil, Ekhymosis) hasta los estribillos pop más diáfanos y la canción melódica de puesta de sol tropical. De todo ello hubo anoche, empezando por el Juanes más directo, con una guitarra eléctrica colgada (Fender Stratocaster blanca, el icónico modelo de guitar heroes como Jimi Hendrix o Ritchie Blackmore, de Deep Purple), y una de las canciones bandera de su último disco, Loco de amor, la pegadiza Mil pedazos.

El ritmo latino dominó el primer tramo de concierto, en el que acudió a repertorios ajenos con versiones de su malogrado compatriota Joe Arroyo (La noche, cuyo estribillo invitó a cantar al público) y de un clásico de Bob Marley, Could you be loved, un reggae pasado por el filtro de Medellín. Adhesión cumbiera en La paga, y un Yerbatero en el que Juanes propinó un solo con aires bluesy.

PÚBLICO MULTINACIONAL

PÚBLICO MULTINACIONALNo es hombre de muchas palabras, al menos en el escenario, donde mandan la canción y el ritmo, y las pocas veces que se dirigió al público se limitó a mostrarse «encantadísimo» de actuar en el Hard Rock Rising. «Es un placer gigante estar aquí esta noche», subrayó Juan Esteban Aristizábal Vásquez (ese es su nombre completo) por si había alguna duda. Más adelante dio las gracias a sus «paisanos» por su presencia en la playa del Fòrum y se dirigió a los fans «de Colombia, México, Venezuela, Ecuador, Brasil...», mientras asomaban algunas banderas entre la multitud.

El repertorio basculó hacia el romanticismo en una secuencia de canciones como Fotografía, Es por ti y Volverte a ver, esta última suministradora de curiosas metáforas extraídas del lenguaje bélico. «Daría lo que fuera por volverte a ver, / daría hasta mi vida y mi fusil, / mis botas y mi fe / Por eso en la trinchera de mi soledad / tus ojos son mi luz y tu esplendor / mi corazón». Pero en esa trinchera, en fin, el dolor de amor es pasajero, el drama no es tal, sino melodrama, y así, en un plis plas volvimos a ver a un Juanes entregado al ritmo caribeño, con todas sus heridas curadas. Camino de los grandes éxitos de su repertorio, La camisa negra y A Dios le pido.

Como anoche no actuaba Lenny Kravitz, los horarios se cumplieron y Robbie Williams salió puntualmente, solo dos minutos después de la hora anunciada, las 23.15, tras una sesión de hilo musical, como todas las del Hard Rock Rising, muy pensada, en este caso a base de funk y soul, de Michael Jackson a Bruno Mars. Y ahí tuvimos al gran, único en realidad, triunfador de la saga Take That (para bochorno del teórico talento del grupo, Gary Barlow). Robbie Williams abrió, como hace unos meses en el Palau Sant Jordi, con una introducción de Carmina Burana que condujo a Let me entertain you, la canción y declaración de principios que da título a su actual gira mundial.

CLÁSICO MODERNO

CLÁSICO MODERNOEntretenimiento, posturismo de pequeño hooligan vip, coqueteos con las gráciles coristas y un repertorio de hits de las últimas dos décadas, como el demoledor Rock dj. «Buenas tardes, motherfuckers!», saludó con su cordialidad natural este clásico moderno del pop de 41 años, que en el momento de cerrar esta edición empalmaba Come undone con un fragmento de I still haven't found what I'm looking for, de U2. La madrugada apuntaba hacia los homenajes a Queen, los guiños de crooner y, como colofón, la electrónica de Avicii. Hard Rock Rising al rojo.

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