Ojos para... zombis y sueños

Ante una realidad de pesadilla más vale echarse a soñar. O a disfrutar con el ataque de unos zombis irreales. Los sueños y los muertos vivientes de Jaume Balagueró serán los protagonistas de Sitges 2014, el festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que tendrá de eje central el universo onírico, como fuente de inspiración de la creación audiovisual. Así lo sugiere el cartel, en el que un niño sostiene un manojo de globos ¡oculares! La venda en los ojos y el uniforme -entre boy scout, colegial pijo y nazi- completan (junto a un perro atento y la iglesia de la localidad) la inquietante imagen de una 47ª edición que alzará el vuelo el próximo 3 de octubre con la esperada [REC]4 Apocalipsis, la cuarta entrega de la terrorífica franquicia, que firma a solas Balagueró. Y la última, según confirmó el propio director barcelonés. «No habrá más, al menos por lo que a mí respecta. No va a hacer falta una quinta después de esta».El apocalipsis del título ya da pistas de lo que se avecina. «Recupera el espíritu de las dos primeras [REC]». O sea, claustrofobia, estrés, sangre... «Es un divertimento angustiante y aterrador, una montaña rusa de adrenalina, muy distinta y al tiempo parecida a las dos películas iniciales», agrega el realizador. Esta vez, avanza, hay más intriga en la historia, con la sufrida Manuela Velasco (la reportera Ángela Vidal) corriendo desesperada por las tripas de un barco. El tráiler se ha estrenado hoy en las salas, pero la película no llegará hasta el 31 de octubre.

Tres enanos en Rusia

Ángel Sala, el director del festival, adelantó ayer solo otros dos títulos del programa, que continuará la apuesta por las producciones catalanas. Entre estas, la sección oficial acogerá La distancia, segunda película de Sergio Caballero, codirector del Sónar, que sorprendió con su ópera prima, Finisterrae. Rodado en Teruel, el filme mantiene los toques de humor surrealistas, el ruso de los diálogos y, al igual que aquella fantasmal movie road, nació como un anuncio para el festival de música avanzada.

«Es una intriga sobre un robo, que transcurre en una central térmica de Rusia», cuenta el director, que eligió a tres enanos de protagonistas. «Desde muy pequeño que quería trabajar con enanos. Me fascina cómo se mueven». Los personajes, todos masculinos, se comunican por telepatía. «No hay gestos labiales, más que actores son personas. Ni siquiera conocían el guion», aclara Caballero, que incorporó los diálogos tras el rodaje.

También se proyectará la coreana HanGong-ju, de Lee Sujin, triunfadora en los últimos festivales de Rotterdamn y Deuville, que inaugurará la sección Nuevas visiones.El presupuesto será similar al pasado año: 1,6 millones de euros para una edición,  que, en palabras de Sala, «recurrirá a los sueños para que el público pueda evadirse de la terrorífica realidad».