CRÓNICA

El nuevo romántico

Ed Sheeran emocionó a sus fans en el Sant Jordi Club

Ed Sheeran, en el Sant Jordi Club.

Ed Sheeran, en el Sant Jordi Club.

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Hay una nueva versión del ídolo romántico que tiene forma de cantautor y alterna las tiernas baladas con tenues convulsiones urbanas. Yendo un poco más allá que Passenger, a quien vimos el mes pasado en Razzmatazz, Ed Sheeran introduce ritmos de r'n'b y supersónicos rapeados que, el lunes, encandilaron a los, y sobre todo, las fans que poblaron buena parte del Sant Jordi Club.

Este trovador británico, autor de éxitos pop para estrellas como One Direction y Taylor Swift (canciones que renuncia a interpretar en sus recitales), tiene el valor de presentarse al público sin músicos, tan solo con sus guitarras, la eléctrica y , sobre todo, la acústica, samplers para reproducir sus propias pistas de sonido y seis pantallas de vídeo que hacen posible el inquietante efecto de ver hasta a seis versiones de Ed Sheeran cantando y contorsionándose a la vez. One man show de tiernos perfiles, sus canciones están llenas de «loving you», «to be loved», «I'm in love» y otras variaciones sobre el mismo «t'aime», que diría Gainsbourg.

VOZ AMABLE  / Sus dos discos dieron para un recorrido por todo su repertorio de posturas líricas, desde el sentimentalismo más extremo (I'm a mess, que abrió el recital, o Tenerife sea) hasta las incursiones negras de Don't, Take it back You need me, I don't need you. Todo ello, con formas amables en todos los sentidos: su voz, sus dinámicas melódicas y sus textos confesionales con citas a corazones rotos nos hablan de un estado mental, incluso una edad, en que el drama no es drama, sino melodrama.

Lo más oscuro a lo que llegó Sheeran fue Bloodstream,  con acordes menores y cierta tiniebla ambiental, y las aproximaciones al r'n'b resultaron un poco más prometedoras que la enésima canción de amor desconsolado. Por ejemplo, ese Runaway que fundió con Everybody, viejo éxito de Backstreet Boys. ¿Conjurando el síndrome del ídolo teen efímero? Veremos si el tiempo le da la razón.