ENCUENTRO INTERNACIONAL EN PAMPLONA

Norman Foster reivindica los espacios públicos

El creador es la estrella del Congreso de Arquitectura y Sociedad

El arquitecto Norman Foster, ayer en el congreso de Pamplona.

El arquitecto Norman Foster, ayer en el congreso de Pamplona.

F. J. ZUDAIRE
PAMPLONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El segundo Congreso Internacional de Arquitectura y Sociedad dio comienzo ayer en Pamplona. El acto de apertura lo protagonizó Carlos Solchaga, presidente de la Fundación Arquitectura y Sociedad, que organiza el evento, y exministro del Gobierno socialista de Felipe González. Solchaga abogó por una salida «común» de la crisis entre «los países, los ciudadanos y las instituciones».

Pero la expectación del congreso llegó de la mano de Norman Foster. Condicionado por el lema de este encuentro,Arquitectura: Lo común, el autor de la Torre de Collserola, entre otros proyectos, premio Pritzker y Príncipe de Asturias de las Artes, insistió en la obligación de crear espacios que no solo atiendan a las necesidades sino que puedan plasmarse sin acudir a grandes recursos.Porque a los arquitectos, en general, también les está afectando la actual situación económica, al fin y al cabo su relación con el ladrillo se estrecha más allá de la redacción de un proyecto. Quizá por ello, uno de los mensajes emitidos en el congreso ha sido la indispensable presencia en la vida diaria de la arquitectura.

OPTIMISMO CAUTO / Para Foster, un cauteloso optimismo es lo que procede en estos momentos. Y en ese optimismo se sitúa la devolución a las ciudades de nuevos espacios comunes. En ellos tienen cabida desde una celebración religiosa a una feria, un cruce de caminos, unas galerías, la grandiosidad de san Marcos en Venecia, un parque verde, el punto de encuentro en una favela, o el escenario de cambios político.

La crisis marcó buena parte de la jornada. Carlos Solchaga, retirado de la política pero no de la vida pública, abundó en que hoy se vive una situación de recesión más grave que hace dos años, por lo que no cabe sino la defensa de una salida común de la crisis, ya que «no hay ninguna posibilidad de éxito mediante posturas individualizadas».