Una historia de amor en la Barcelona asediada de 1714

Con un juego de luces, una escenografía multimedia, una orquesta en directo y 30 actores en escena, el musical 'Fang i setge' hace una crónica de la Barcelona sitiada por las tropas borbónicas en 1714. El espectáculo, que se representará desde este martes hasta el 28 de marzo en el teatro Victòria, relata la guerra ocurrida entre 1713 y 1714, "un periodo clave en la historia para comprender el presente de Barcelona", aseguró Marc Rosich, dramaturgo del musical, quien dijo es también una invitación a reflexionar sobre el origen de Catalunya.

Después de haberse presentado en el Teatre La Passiò d'Olessa en Montserrat, el musical llega al Teatro Victoria con 12 músicos en directo, quienes durante dos horas y media musicalizan el drama de amor entre Ònia, interpretado por Neus Pàmies, y William, el actor Jordi Llordella. La pareja desafía los ataques del ejército borbónico y encabeza al grupo de pobladores en defensa de la ciudad.

Rosich detalló en conferencia de prensa que la historia de amor entre la joven catalana, quien rechaza exiliarse con su familia, y el soldado raso inglés sirve de excusa para referirse a hechos reales; lo mismo sucede con la vida de Núria, una comerciante, o Joana, una niña que piensa la guerra es normal. Los personajes son el eje conductor para comentar cómo Barcelona vivió entre murallas. 

LECTURA DEL PASADO CON ECOS EN EL PRESENTE

Para Marc Angelet, director del musical, 'Fang i setge' es una lectura del pasado “cruel y duro” de Barcelona con ecos en el presente “que nos funciona muy bien para entender qué sucedió en ese momento”, por lo que el espectáculo está construido también como un diálogo entre generaciones: la de los jóvenes con deseo de lucha y la de los adultos exiliados. 

“Es también una comedia ágil, romántica que forman un musical de gran formato”, dijo Angelet de la obra, que en el Teatro La Passiò d'Olesa tuvo 65.000 espectadores. “No es un espectáculo manipulado en el sentido del independentismo y eso, sino un retrato de lo que sucedió, una crónica de la ciudad basada en la vida personal del pueblo”, añadió Rosich.

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En julio de 1713, Catalunya quedó a expensas del ejército borbónico, tras la salida de las tropas aliadas. Ante el peligro, las familias de la nobleza decidieron exiliarse como el padre de Ònia, joven que desafió sus órdenes para defender su tierra junto a la gente del pueblo; así comienza el musical de 15 actos divididos en dos secciones. Desde la perspectiva de quien vivió dentro de los muros de la ciudad sitiada, la historia transita entre los momentos más crueles del conflicto, el drama de amor de los jóvenes y la euforia de los pobladores por las victorias diarias. 

PROYECCIÓN DE IMÁGENES DIGITALES

El espectáculo ocurre en las casas, los talleres, las tabernas y el puerto de la ciudad, que en el escenario del teatro se recrean a través de la proyección de imágenes digitales sobre estructuras de madera intercambiables en cada escena. “Desde el punto de vista estético nos funcionaba la escenografía con vídeo, nos dio muchas soluciones para una obra que sucede en muchos sitios desde bares, plazas, puertos, bibliotecas, pasamos por muchos espacios”, precisó el director.

Si bien los personajes históricos están representados explícitamente como el comandante Villarroel, el director señaló que las voces anónimas tienen presencia en el coro popular que en 23 canciones dan testimonio de los defensores de la ciudad. “Es un espectáculo que se siente, la música entra por la piel”, concluyó la actriz Neus Pàmies.