Músculos y en calzoncillos

Es prodigioso lo de Polònia (TV-3). Siguen manteniendo intacto su poder de anticipación. Predicen, y adivinan, lo que va a venir. El viernes, Rajoy dió el campanazo anunciando que no iba a presentarse a la investidura. Con esta inhibición, la pelota pasó automáticamente a Pedro Sánchez. En efecto, la renuncia de Rajoy transformó a Sánchez en el gran protagonista.

Eso fue el viernes. Pero el jueves, es decir 24 horas antes, los polacos ya habían adivinado que eso iba a ocurrir. Nos hicieron un sketch en el que salía Pedro Sánchez (Pep Plaza) dibujado como la nueva gran estrella del panorama de la investidura. Mientras una masa de políticos le esperaba a la puerta de su casa para pedirle que pactase con el PP, él aparecía en calzoncillos -un guiño a la película Notting Hill- haciendo posturas, sacando músculo, y pasando olímpicamente del pacto con el PP. Después, cuando volvió a entrar en casa, y al grito de «¡Soy el supermán de las izquierdas!», Sánchez comenzó conversaciones con Pablo Iglesias. ¡Ahh! Esta anticipación, esa forma de augurar lo que al día siguiente iba a ocurrir, ni la pitonisa Lola sería capaz de conseguirla.

Hubo otro detalle significativo: Sánchez iba en calzoncillos. O sea, este político tiene buenos bíceps y tríceps, pero de cara a la potente vieja guardia de su partido, va en humildes y endebles gayumbos.

DEJEN LA POESÍA, VAYAN A LA PROSA

Impagable momento televisivo en .Cat (TV-3). Xavi Coral y Tian Riba entrevistaban a Oriol Junqueras. ¡Ah! Cómo disfrutaban dibujando los paisajes que la independencia nos depararía. Lo bien que íbamos a pagar la deuda que Catalunya tiene que asumir, la buena respuesta que obtendríamos de los mercados internacionales... Les salían unos versos hermosísimos. Y, de pronto, nuestro compañero Josep Maria Ureta, que también estaba allí, hasta entonces calladito, dijo: «Cuando acaben con la poesía me gustaría entrar en la prosa. Todo lo que comentan será relevante el día que llegue la independencia. Hoy por hoy, señor Junqueras, usted tiene la obligación de gobernar el día a día. En cualquier país normal ahora estaríamos hablando del presupuesto. Por ejemplo, del impuesto del juego, que ustedes bajaron del 55% al 10% para favorecer a un especulador que ahora está en paradero desconocido». ¡Ahh! Qué aguafiestas, francamente, amic Josep María. Con lo deliciosa que les estaba saliendo la entrevista.