Mont-roig recupera a Miró

El artista universal Joan Miró admitió que su personalidad se fraguó entre Mallorca, Barcelona y Mont-roig, pero su legado sigue cojo. Por poco tiempo porque parece que esta vez va en serio y la masía de la familia en Mont-roig del Camp (Baix Camp) ya se ha empezado a recuperar del abandono para cerrar el círculo y colocar la tercera pata en la difusión de la obra y la vida de uno de los máximos representantes del surrealismo. La Fundació Mas Miró ha presentado este martes en Mont-roig el proyecto para rehabilitar la masía y el nieto del artista Joan Punyet Miró aseguró que hará que «este pueblo sea un referente mundial».

Los trabajos de las últimas semana en Mas Miró han permitido frenar el deterioro que empezó desde que los masoveros abandonaron la finca hace cinco años. Limpiar el interior, ordenar el mobiliario, tapar goteras, arrancar matorrales y arreglar la zona ajardinada tendrá continuidad en los próximos meses con la licitación de las obras y la ejecución de la primera fase del proyecto elaborado por CR Arquitectes y Varis Arquitectes.

«Me gustaría que el espacio se pueda abrir al público en el verano del 2016», deseó el alcalde de Mont-roig, Ferran Pellicer, sin atreverse a asegurar nada. Y se refería a la ejecución de la primera fase de las obras, que tienen un presupuesto de 2,5 millones sobre su total de 6.

Las puertas de la masía se abrieron este martes por primera vez en los últimos años a la presencia ajena a Mont-roig y a las fundaciones de Miró en un acto que sirvió para dar solemnidad y futuro al proyecto. «Sois unos privilegiados porque esto es un viaje al pasado», aseguró el nieto de Miró al mostrar el interior. Es la casa que el pintor, escultor, grabador y ceramista consagró en el óleo La Masia (1921-1922). «El resumen de toda mi vida en el campo», según la definición del cuadro que hizo en vida el propio artista (Barcelona, 1893; Palma de Mallorca, 1983). «Estamos en un lugar único», elogió Punyet para añadir que, además de ser un lugar de creación para Miró, también acogió un flujo de artistas de primer nivel mundial.

El proyecto prevé rehabilitar la casa y el taller, donde en una pared todavía se conservan dos grafitis del artista, y se expondrá todo el mobiliario y las herramientas que utilizaba, incluidos su pinceles. El proyecto prevé acondicionar un espacio abierto que impregne al visitante del aire que cautivó al artista, aunque ahora pase una autovía a pocos metros. Se cultivarán los campos de la finca y se habilitaran otras zonas de arte y ocio.